Las redes de ‘taxis piratas’ operan con conexiones en Marruecos

La Asociación de Autónomos del Taxi mostraba, hace unas semanas, su hartazgo por la presión ejercida por los ‘taxistas piratas’. Personas que ejercen una competencia desleal directa contra el gremio y que lo hacen a la vista de todos, en puntos como la frontera, el puerto o las cercanías de superficies como la del ‘Lidl’ o barriadas a las que acuden a trabajar, a diario, los transfronterizos que cruzan desde Marruecos.

Este irregular negocio no es nuevo, pero sí atraviesa rachas en las que el daño sobre el colectivo de taxistas es mayor. La presión policial influye en su presencia en la ciudad, de ahí que haya temporadas en las que su presencia sea menos notable.
La crisis económica no ha hecho sino provocar un aumento en el malestar de los taxistas. A la escasez de carreras y a las tarifas agenciadas con la Ciudad que no responden a las expectativas iniciales que tenían, se enfrenta el comprobar cómo las paradas se llenan de vehículos legales mientras justo al lado los ‘piratas’ cargan sin miramiento, ofreciendo servicios que al usuario pueden resultarle incluso más caros.
En la mañana de ayer, a pie de Tarajal, una Renault Express hacía ya el tercero de los viajes de manera ilegal. A su lado, dos vespas blancas, ya fichadas tanto por los taxistas como por las fuerzas de seguridad, hacía servicios hacia el Príncipe, al puerto, y, de vuelta, otra vez a la estación marítima. Sin problema alguno. Estacionadas al lado de la parada de autobús mientras circulan las unidades de la Policía Local y, al lado, la frontera del Tarajal soporta el tráfico de una OPE irregular con una escasez evidente de guardias civiles.
La organización de este negocio mantiene, como tantos otros, vinculaciones entre Ceuta y Marruecos. Buena parte de los ‘taxistas piratas’ tienen matrícula del vecino país. No se encuentran en buenas condiciones pero aún así entran a diario en la ciudad autónoma, cargan, descargan e incluso se dedican a hacer carreras directamente desde Ceuta a Marruecos.
Un ejemplo que se da día a día se produce a las puertas del ‘Lidl’. Mujeres de Marruecos cargadas de bolsas esperan en la puerta con su compra para marchar a su país. Hasta las puertas del supermercado llegan los ‘taxistas piratas’ a ofrecer sus servicios o lo hacen dejando estacionados sus coches en los callejones portuarios paralelos y acudiendo a pie a captar a su o sus clientes. El trayecto ofrecido les llevará hasta Marruecos. Esto no es algo anecdótico, es el ‘pan nuestro de cada día’.
Estos individuos también ofrecen servicios para aquellos transfronterizos que entran a trabajar en Ceuta, a los que llevan a sus puntos de trabajo, a barriadas como Hadú o el Morro. Las cargas y descargas se producen a diario, con la misma periodicidad que las quejas del colectivo.
La propia Asociación de Autónomos del Taxi, muy crítica con la labor de las fuerzas de seguridad, agradece, no obstante, las denuncias que hasta la fecha ha interpuesto la Guardia Civil y que cifra en 25. No obstante la problemática sigue, no está erradicada, lo que viene a demostrar que el tipo de respuesta que dan las autoridades a esta ilegalidad no es la adecuada. Ayer, sin ir más lejos, ‘taxistas piratas’ supuestamente controlados y fichados trabajaban sin pudor y sin presiones policiales.

La comprobación del pago por la carrera, la clave para la sanción

A finales de los años 90 la Ciudad llevó a cabo una de las campañas más duras contra los ‘taxistas piratas’. Decenas de denuncias llegaron a los juzgados y los conductores que iban a ser duramente sancionados se fueron ‘de rositas’. Todas las denuncias cursadas quedaron tumbadas, al no poder demostrarse que el conductor había cobrado por realizar una carrera, fundamentando el viaje sorprendido por las fuerzas de seguridad en la típica relación de amistad o parentesco. La falta de una testifical del usuario del ‘taxi pirata’ tumbaba cualquier tipo de actuación al respecto. Los propios taxistas reconocen que esto es complicado, pero apuntan a la necesidad de que se lleven investigaciones de peso para evitar este tipo de salidas airosas. “Un conductor puede dar esa excusa cuando es sorprendido con un cliente, pero si se le vuelve a sorprender más días... eso ya no puede mantenerse”, apunta un profesional del taxi al volante. Según la Asociación de Autónomos la presión que está ejerciendo la Guardia Civil se está notando. No obstante aún son constantes este tipo de mercadeos en los que siempre repiten los mismos vehículos.