Una dotación de bomberos se trasladó hasta el templo para llevar a cabo una actuación de emergencia.
Un camión escala fue introducido en la Catedral donde los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios se afanaron en desprender los restos de escayola que aún estaban adheridos en la cúpula y que amenazaban con seguir cayendo. La intervención contó con el asesoramiento del arquitecto municipal, Javier Arnaiz, que también subió hasta el lugar de las deficiencias para comprobar el alcance de los daños.
El deán de la Catedral, José Manuel González y el vicario Francisco Correro Tocón departieron con el arquitecto municipal, Javier Arnaiz, sobre el estado de la Catedral. Aunque se determinó que las deficiencias no suponen un grave riesgo para los fieles, se acordó la colocación de una red para evitar la caída de más restos, así como el cierre de la nave central. No obstante, se podrá acceder a la nave lateral y ya se ha anunciado que el desprendimiento no afectará al normal desarrollo de los actos de la Semana Santa.