Nadie podrá discutir al Gobierno de la Ciudad Autónoma que normalmente sus planificaciones suelen cumplirse, dentro de lo permisivo en un mundo tan dificultoso para hacer adivinanzas como es el de las inversiones. Ayer se hizo un repaso de todas las acciones que se anunciaron hace seis meses y se ha comprobado que todo marcha a buen ritmo. Pero además, el mismo presidente Vivas anunció que a partir del año 2012 será imposible el mantenimiento del actual ritmo inversor, pero ello no quita que el Gobierno esté estudiando con tiempo nuevas fórmulas imaginativas que permitan seguir en este campo en la medida de lo posible, sobre todo porque se ha demostrado que es un camino correcto. Igualmente, es bueno saber que todas las obras iniciadas o que están a punto de comenzar tienen garantizada su financiación y que no se prevé ningún tipo de asalto de última hora. El control existe, porque se ha trabajado mucho y bien. Lo que vaya a deparar el destino es factible de analizarse, pero no de hacer milagros.