Las primeras noticias de empleo de las palomas mensajeras en España datan de la época de dominación árabe en que fueron utilizadas para comunicaciones eminentemente militares.
En esta situación llegamos al año 1879 en el que por Real Decreto de fecha 17 de enero, se establece el primer palomar militar en Guadalajara. Se crea con la finalidad de experimentar con palomas de raza belga la viabilidad de organizar un servicio colombófilo militar.
En 1884 las mensajeras son adscritas al Batallón de Telégrafos, independizándose en 1896. La finalidad de esta reorganización era principalmente mejorar la raza belga del palomar de Guadalajara, hasta conseguir una raza autóctona más adaptada a nuestro país.
En 1886 aparece el primer Reglamento para el Servicio de los Palomares Militares, a cargo del Cuerpo de Ingenieros Militares, cuya red debía componerse de 18 palomares ubicados en las plazas de Madrid, Valladolid, Ciudad Rodrigo, Badajoz, Tarifa, Córdoba, Málaga, El Ferrol, Oyárzum, Pamplona, Jaca, Zaragoza, Figueres, Valencia, Palma, Mahón, Ceuta y Melilla.
En 1894, se crea la Real Federación Colombófila Española. Su primer presidente fue el Comandante de Ingenieros D. Pedro Vives y Vich que siempre defendió que “las mensajeras pueden llegar a ser un poderoso auxiliar de las comunicaciones en tiempo de guerra”.
En 1920 el palomar de Guadalajara pasa a llamarse palomar Central y se traslada a El Pardo.
El día 21 de julio de 1923 en el Diario Oficial nº 160 se publica el “Reglamento para el Servicio de Comunicaciones por Palomas Mensajeras”.
Durante la Guerra Civil, citar el protagonismo que tuvieron las mensajeras en el asedio y resistencia del Santuario de Santa María de la Cabeza, n Jaén, donde durante 8 meses, el único medio de comunicación con el exterior de las 1.200 personas sitiadas fueron las palomas que les eran lanzadas desde aviones.
En la actualidad la Colombofilia en España se rige por lo establecido en el Real Decreto 2571/1983 de 27 de Septiembre. En él se considera que el uso de palomas mensajeras ha constituido desde siempre uno de los medios de comunicación más seguros de los empleados por el hombre y el más idóneo de utilización en caso de incomunicación técnica. La importancia de dicho uso no ha decrecido, a pesar de los progresos que en los medios modernos de enlace se han producido, en razón de su eficacia y las dificultades que presenta su interceptación. Por ello se declara la utilización de palomas mensajeras de utilidad pública y de interés especial para la defensa nacional.
Para la consecución de estos fines el Servicio Colombófilo Militar se articula en los siguientes órganos: El Jefe del Servicio Colombófilo Militar (S.C.M.) es el General Jefe del Mando de Transmisiones. Los cometidos que se ejercían a través de su Cuartel General eran, Dirección del S.C.M. gestión, petición e instalación del palomar civil, autorización de salida de palomas españolas a otro país, acordar la utilización de palomas civiles en maniobras, coordinación de la cooperación con autoridades civiles, el control y estadística de las palomas mensajeras y sus palomares en todo el territorio español.
Además, debe establecer y mantener una red militar permanente y tener capacidad limitada de establecer una red de campaña.
La Sección Colombófila de la Compañía de Transmisiones desempeñaba cometidos fundamentales como, asesorar técnicamente al Mando sobre la cría y educación de las palomas, establecer, explotar y mantener una ruta alar norte-sur mediante palomares fijos, establecer y mantener un palomar móvil que permitiese el establecimiento de una red de campaña, inspeccionar, controlar y censar las palomas mensajeras y sus palomares civiles y militares en todo el territorio español, ejecutar las cooperaciones con autoridades civiles o militares que se ordenen, impartir cursos de formación específica en el ámbito del S.C.M. para Cuadros de Mando y Tropa.
En el año 2004, como consecuencia de la falta de personal para atender los palomares militares, se ha llevado a cabo una reducción de los mismos, entre otros, el palomar de Ceuta y de Melilla.
Los siguientes en cerrarse fueron el Palomar Central, situado en el Acuartelamiento “Zarco del Valle” en El Pardo (Madrid), explotado y mantenido por la Sección Colombófila.
El Palomar de Burgos, situado el Castillo del Val, en Burgos, explotado y mantenido por el Regimiento de Transmisiones Estratégicas 22.
El Palomar de Sevilla, situado en el acuartelamiento “Coronel Fernández Loaysa” en Pineda, (Sevilla), explotado y mantenido por el Regimiento de transmisiones estratégicas 22.
En la actualidad los Palomares Militares han desaparecido dado que la transmisión de mensajes por palomas mensajeras en la actualidad han sido desbancadas por las nuevas tecnologías, registrándose la ceremonia de clausura del último servicio de vuelo realizado el 28 de marzo de 2008.
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