“Las obras menores se pueden adjudicar directamente y proteger la industria local”

Los miembros de la Asociación de Construcción acudirán hoy a la Asamblea General, en la que se analizará la situación actual y se intentará elegir a los nuevos cargos

La Asociación de Construcción celebrará esta tarde, a partir de las 19:30 horas en las oficinas de la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) –Paseo de las Palmeras–, su Asamblea General. En la misma, el hasta ahora presidente de esta organización y gerente de la empresa Conserman, Cristóbal Chaves, trasladará su deseo de que un empresario joven tome el relevo tras sus 32 años de dedicación a esta Asociación en defensa de los empresarios del sector. En una entrevista con este medio, dice que acudirá a esta cita a escuchar a los compañeros para conocer sus inquietudes en este momento. Además, en la entrevista hace un repaso de la actualidad en la construcción y habla de los problemas de las empresas y las posibilidades que hay para salvarlas.
–¿Qué espera trasmitir a los empresarios en la Asamblea General?
–Quiero dar a conocer a todas las empresas las gestiones que se han estado haciendo durante estos últimos meses con motivo de la crisis, y cómo han ido desarrollándose las conversaciones en cuanto a los convenios que se podrían hacer con la Administración local para intentar que se invierta más en obras públicas y podamos dar trabajo a las aproximadamente 30 empresas del sector en Ceuta. Estamos en un momento en el que ya han desaparecido algunas, y las que estamos, aguantamos por los pelos. Tenemos el mínimo de personal, las plantillas se han reducido en algunos casos hasta el 80 o el 90 por ciento y algunas de ellas sólo tienen una representatividad de trabajadores por tener algo y no cerrar. Si no tenemos más obras no sé qué vamos a hacer, no creo que nadie sea capaz de aguantar mucho más, es que no puede ser, si no ingresas y sólo gastas llegará un momento en que no puedas más. El problema que tenemos es que cualquier gerente de una empresa de la construcción, y supongo que de los demás sectores también, si ésta quiebra tiene que responder con sus bienes particulares, y ahí es donde no queremos llegar, claro está.
–Hace varios meses mostraba sus quejas por la adjudicación de la mayor parte de las obras públicas a empresas foráneas y no ceutíes, ¿continúa el problema?
–Sí. Todas las empresas que están fuera, al igual que las nuestras, necesitan trabajar, está claro, y a nadie se le puede prohibir que venga a trabajar a Ceuta. Estamos en un estado de libre comercio y no podemos cortarles el paso, pero las autoridades locales deberían tener un poco en cuenta que las empresas de la ciudad son las que dan trabajo y empleo a los trabajadores locales, y tratamos por todos los medios de contratar siempre a gente de la ciudad, entre otras cosas porque ya nos conocemos todos y estamos más o menos habituados a lo que es el trabajador de Ceuta. Es verdad que últimamente nos ha estado faltando personal especializado. No estamos en contra de que vengan trabajadores de fuera, pero que sean una especialidad que en esta ciudad no tengamos.
–¿Como cuál?
–Gente especialista en alicatador. Ahora están haciendo muchos cursos sobre esta especialidad en la Escuela de la Construcción. También encofradores. Todo ésto ya lo tenemos pero hay otro tipo de intervenciones que son las cuadrillas que hacen trabajos por cuenta, que en la península son subcontratas de encofrados y ferralla. En Ceuta tenemos gente para hacerlo pero no están encuadrados en cuadrillas para este tipo de subcontrata.
–Uno de los puntos del orden del día se refiere a los distintos contactos mantenidos con las consejerías del Gobierno local. ¿Qué me puede hablar de éste?
–Venimos desde hace bastantes meses intentando que nos digan que van a hacer obras y que van a intentar que de alguna manera legal, claro está, se las puedan adjudicar a empresas locales. Estamos luchando para conseguirlo. En las primeras entrevistas nos dijeron que era imposible y no se podía adjudicar obras ‘a dedo’. Está claro que no se puede hacer, y en la Administración menos todavía, porque la ley lo prohíbe, pero hay una serie de obras pequeñas que pueden adjudicarse directamente sin necesidad de hacer licitaciones ni nada. Y ahí es donde queremos entrar, por lo menos hasta que pase un poco la crisis y ya nos mantengamos. Necesitamos mantener lo que nos queda de plantilla para después poder resurgir otra vez. Sería muy doloroso tener que desprendernos de los pocos trabajadores que nos quedan. Ésto sí que nos dolería mucho. La inmensa mayoría de las empresas ha tenido que desprenderse de la mayoría de sus trabajadores.
–¿Podrían subsistir estas empresas con estas pequeñas obras?
–Claro, muchas. Estas obras son de 300.000 o 400.000 euros al año y se pueden mantener de cuatro a seis trabajadores. No estamos hablando de obras de millones de euros, sino de 100.000. Con esto van funcionando las criaturas.
–¿Ahí estaría la salvación del sector en Ceuta?
–Claro, hay que darle movimiento. Yo siempre he dicho que no quiero que me subvencionen, sino no me hubiese metido a empresario. Mi misión, especialidad, trabajo y el ámbito en el que me muevo y lo que sé hacer es la construcción, pues vamos a sacar a licitación todas las obras que podamos, vamos a invertir, vamos a sacar dinero aunque sea de debajo del colchón para hacer obras pequeñas, grandes o las que hagan falta. De esta manera el sector va a resurgir otra vez, y más teniendo en cuenta que la construcción mueve a prácticamente el cien por cien de los oficios, como electricista, fontanero, carpintero, pintor... Mueve todo.
–¿Estas pequeñas obras  se podrían adjudicar directamente a empresas ceutíes?
–Claro, si son obras menores sí se pueden adjudicar directamente y así proteger un poco a la industria local, que al mismo tiempo se está protegiendo el Ayuntamiento, porque si trabajamos pagamos impuestos y si damos trabajo, estos empleados tienen que pagar sus impuestos en Ceuta. Se queda el dinero aquí porque normalmente las empresas locales lo que ganan o lo que pueden conseguir lo gastan y lo emplean en la ciudad. Las grandes empresas vienen, hacen una obra enorme y se llevan el dinero.
–Entonces este problema afecta también a empresas auxiliares.
–Empresas auxiliares que se abrigan con las otras que tienen trabajo. Si no hay nada pues ya me contará... Estamos hablando incluso de empresas de transportes, los camiones hay que moverlos. Hay algunas empresas de transportes que están despidiendo personal porque los camiones y las máquinas las tienen paradas prácticamente. Sabemos que no hay dinero para hacer grandes obras pero en Ceuta tenemos que tener otra mentalidad. No interesa hacer un palacio, vamos a hacer casitas pequeñas, trozos de calle, pavimentos, algún jardín, muros para recuperar un terreno... Es preferible ésto a hacer una gran obra, ya que se queda una empresa con ella y si es una obra grande ya sabemos que viene una empresa de fuera y se la lleva. En Ceuta tenemos pymes.
–Un sector de parados venía  criticando que las empresas de la península traen personal de fuera. ¿Conoce este hecho?
–Lo conocemos todos y sabemos que ahí no podemos intervenir. Depende de la buena voluntad de esas empresas, que quieran ayudar un poco a los trabajadores locales. Por mucho que queramos nosotros o los sindicatos, no podemos coartar el libre tránsito de las personas en la Nación.
–¿Habría alguna posibilidad de favorecer a los trabajadores ceutíes?
–La única posibilidad que hay es que la empresa adjudicataria haga un compromiso, que no puede ser escrito, y diga que aunque le han adjudicado la obra porque se lo merece y ha hecho la licitación bien, se compromete a emplear a un porcentaje de trabajadores locales. Lo que pasa es que a éstos los tiene que elegir la propia empresa, que no le impongan unos que a lo mejor no les sirven.
–Otro de los puntos es la cuota para 2013 como miembro asociado a la Confederación Nacional de la Construcción (CNC).
–Es una de las cosas que conseguí hace un par de años. Nunca habíamos estado dentro de la CNC por diferentes causas, una de ellas es la cuota tan enorme que nos pedían. Después de un año y medio trabajando con esta organización conseguimos que nos estableciera una cuota simbólica y ahora tenemos voz y voto en la Asamblea General. Luego, otra de las cosas con las que empezamos hace cuatro años, aproximadamente, es el trato con la Fundación Laboral. Iniciamos unos contactos que han fructificado en que están financiando cursos en la Escuela de la Construcción, que ha sido un acierto del Gobierno local. Al principio nadie pensaba que la Fundación Laboral pudiera hacer algo aquí pero vemos que de vez en cuando subvenciona cursos.
–¿Cuál es la cuota por pertenecer a la CNC?
–Unos 400 o 500 euros al año, muy poco. Con ésto ya nos informan muy bien de todos los datos del sector en el ámbito de todo el país.
–¿Qué supone pertenecer a ella?
–En primer lugar tener datos concisos, concretos y muy rápidos de la actividad de la construcción en España, como nuevas leyes, etcétera, además de tener un representante que en un momento dado pueda traer algo para Ceuta, como cursos. El año pasado hicimos dos: uno de seguridad e higiene en el trabajo y otro de interpretación de planos, bajo la CNC.
–¿Se están viendo ya algunos frutos de la Escuela de la Construcción?
–La Escuela de la Construcción es una especie de inicio en una profesión, y una profesión como la nuestra no se aprende en un año, ni mucho menos. Si el alumno es receptivo y le gusta lo que está haciendo puede iniciarse con una cierta formación, el resto lo tiene que aprender en el mercado de trabajo, es decir, trabajando en una empresa privada. No es lo mismo aprender a poner un alicatado en la Escuela de la Construcción, donde da lo mismo el tiempo que tarde en colocar cuatro azulejos, que en una empresa privada, ya que si no produce no gana, y si no gana cierra. Ésto es lo que le falta a los alumnos que salen de ahí. ¿Podíamos haber escogido alumnos y haberlos formado por lo menos en ese sentido dentro de la empresa? Pues sí, pero no tenemos trabajo y no podemos ofrecer ningún puesto en estos momentos.
–¿No existen becas?
–Antes había, pero tampoco sirven. En su momento había una de 750 pesetas o algo así al mes, lo demás lo tenía que pagar la empresa. No te rendía ni lo que pagabas ni lo que cobrabas por el otro lado. Si tenemos trabajo podemos tirar un poco de los alumnos, no todos sino un porcentaje, pero siempre que tengamos trabajo.

32 años de dedicación

Chaves nació el 13 de febrero de 1944 en Ceuta, concretamente en la calle Ramón y Cajal. Casado y con tres hijos, todos ceutíes, ha dedicado gran parte de su vida a escuchar las reivindicaciones de los empresarios de la construcción para intentar solucionar sus problemas.
Tiene ya 47 años de cotización y durante su vida laboral ha vivido momentos muy diversos. Durante la entrevista con este medio muestra el carné de empresario con responsabilidad, del Sindicato Nacional de la Construcción, del año 1975, aproximadamente. “En aquella época no había paro prácticamente. A los empresarios nos reunían en el Sindicato y decían que un mes había diez parados en el sector y había que buscarles trabajo. Cada uno se quedaba con uno, y todo el mundo trabajando”, recuerda.
Son muchos los momentos intensos que ha vivido durante su presidencia en esta organización empresarial. Uno de ellos fue el periodo de 40 días de huelga en el sector de la construcción, en el año 1979.
La Asociación de Empresarios de la Construcción nació el 12 de octubre de 1977 y durante 20 años actuó de manera independiente, para pasar a formar parte de la CECE en el año 1997. De sus 36 años de historia, 32 ha contado con la presidencia de Chaves, en los cuatro restantes actuaron como presidentes Jesús Aliaga y Luis Espinosa.
En la actualidad, la cúpula de la Asociación está formada por Chaves y por el vicepresidente, José Mena.
Chaves acudirá esta tarde a la Asamblea General con el sentimiento del deber cumplido después de haber conseguido numerosas ventajas para los empresarios a los que ha representado estos 32 años. Ahora, espera que un compañero más joven asuma el reto de seguir luchando por los intereses de los empresarios de la construcción.