Las jornadas de presión, caos, colas e intentos de avalancha continúan

El lenguaje político del delegado del Gobierno, marcado por promesas y parabienes, no cuaja en el Tarajal.

A pie de calle, lejos de los focos mediáticos de estos días que atrajeron durante unos minutos, debido al plante empresarial, a los líderes de los partidos en la oposición, las jornadas siguen siendo infernales. Ayer, poco después de que el delegado hablara, los plantos (colaboradores marroquíes de la Policía) seguían trabajando sin problemas, a pesar de que por activa y por pasiva tenían que marcharse del lugar por su clara connivencia con las consignas. Ayer, poco después de que pidiera paciencia, seguían produciéndose colapsos en el Biutz que, tras su cierre a las 13.00 horas, se extrapolaron al Tarajal. Ayer, poco después de reconocer que no hacía milagros, decenas de marroquíes que esperaban con sus bicicletas cargadas de bultos o sus coches repletos de bolsas para intentar cruzar al otro lado, eran multados de forma indiscriminada por la Benemérita.
Mohamed, apostado a la altura de la derribada escalera, confiesa que lleva dos días sin poder pasar los bultos. Ahora ocupa el segundo lugar en la eterna fila que invade el tercer carril de la frontera, ése en el que el Gobierno invirtió 600.000 euros para agilizar el tráfico y que lleva semanas inutilizado. “La Guardia Civil no deja pasar, espero el momento en que pueda hacerlo”, explica. Junto a él ancianos y jóvenes, todos con bicicletas cargadas de mercancía hasta hacerlas incluso irreconocibles no hacen más que esperar y confiar en que puedan cruzar. Buena parte de ellos se llevó de recuerdo una multa de la Guardia Civil. A los vehículos cargados de mercancía también se les paró y se le multó, impidiendo su traslado a Marruecos.
A pie de Tarajal, los criterios cambiantes de las fuerzas de seguridad volvían a hacerse patentes. Mujeres con dos bolsas de mantas pasaban sin problemas. Curiosamente el miércoles, a la misma hora, la Guardia Civil impedía este mismo tránsito. Por su parte la Policía no registraba los vehículos ni tampoco impedía el acceso a las personas que se acercaban hasta el Tarajal, algo que hasta el miércoles era una obligación. Los plantos, a su lado, seguían no obstante coordinando el pase de bultos que salen de las consignas.
Delegación pide tiempo. Los comerciantes, tras el plante del pasado martes, confían en las mejoras. Ahora callan, esperan confiados que todo vaya resolviéndose de forma gradual. Quienes no callan son los porteadores, que siguen protestando por la imposibilidad de cruzar el Biutz a lo que se añade el bloqueo que experimentan hasta que un “turno más benévolo” les permita cruzar.
El caos se adueña de la carretera que desciende del polígono hacia la vía nacional. Los coches y porteadores se entremezclan en una diabólica composición de lugar en donde los accidentes y los milagros se estrechan la mano cada minuto que pasa.
Las porteadoras echan mano ahora de maletas para ocultar así sus mercancías. Arrastrándolas a ruedas, cual turistas, buscan de esta forma pasar a Marruecos sin problemas. Su imagen contrasta con quienes, aún a la vieja usanza, siguen cargando bultos a sus espaldas.
Las fuerzas de seguridad y los empresarios confían en que con la apertura del ‘Tarajal II’ se solucionen los problemas. El delegado insistió ayer que tan solo se está a la espera de que Rabat autorice la demolición del muro para su apertura definitiva.

A Carracao: “Es una pena que tan joven tenga tan poca memoria”

El delegado del Gobierno recordó ayer cómo en su época de parlamentario popular solicitó al Ejecutivo central, bajo los colores socialistas, que se pusiera en marcha una aduana comercial. Propuesta ésta que obtuvo el rechazo oportuno. De esta manera activaba el chip de la memoria después de conocer la propuesta hecha pública por el secretario general del PSOE, José Antonio Carracao, de llevar al Congreso una Propuesta No de Ley en la que, entre otros puntos, se solicitará la implantación de esa aduana comercial.
González Pérez advirtió de que la frontera es un paso fronterizo en el que “con el consentimiento” de ambas partes se permite el tránsito de mercancías, sin que haya una aduana comercial, algo que tiene que ser permitido por la otra parte -Marruecos- ya que España dispone de todo lo que debe tener una aduana de este tipo. “Da la sensación de que quien tiene que implantar la aduana comercial es España, y resulta que España ya tiene los servicios contratados. Quien tiene que decidir es la otra parte. A mí me encantaría que hubiera aduana comercial pero no depende de mí sino de un país soberano. Hay que ser coherente. Marruecos tiene la llave, si Marruecos decide hoy que hay aduana comercial tenemos todo preparado para que empiece a funcionar. Lo tenemos todo, pero tiene que decidir la otra parte”.
El delegado lamentaba la poca memoria del PSOE y echó en falta las “críticas constructivas” al respecto. “Es una pena que personas tan jóvenes tengan tan poca memoria”, dijo en clara referencia a Carracao. “Siendo parlamentario hice la propuesta al Gobierno socialista y fue negada rotundamente. No sé si las circunstancias han cambiado o la desmemoria afecta. Me parece bien que en el ámbito político se presenten las propuestas que se quieran y para lo que quieran, pero no me parece serio que personas que han tenido responsabilidades en el Gobierno a través de la Delegación y a través de un partido que negó lo que ahora se pide lo planteen como la panacea. Es un círculo”, dijo en alusión al PSOE, “en donde las ideas no fluyen y hay que recurrir a temas que no son los más serios”, apuntilló.
En la Proposición No de Ley ya anunciada por Carracao se incluye además el cierre del paso del Biutz; un paso que precisamente fue puesto en marcha por el PSOE en época de Jerónimo Nieto como delegado del Gobierno.
En este ámbito de consideraciones, el delegado reclamó de quienes hagan valoraciones al respecto sobre los colapsos fronterizos, que antes de hablar se informen, tildando de irresponsables a los que lo hacen. “Antes deberían tener un encuentro con el delegado y una vez que han oído las circunstancias que critiquen, porque hacerlo sin saberlo es  de un nivel de irresponsabilidad que genera preocupación... Algunas formaciones que lo hacen podrían llegar a gobernar y con actos así quedan deslegitimados para ejercer el Gobierno. Yo no uso palabras excesivas, ni de locuras... quiero que las personas sean sensatas porque eso no beneficia a España ni al ciudadano... hablamos de relaciones bilaterales”, sentenció. Términos como el de locura han sido empleados en estos días por formaciones y sindicatos como Caballas y Comisiones Obreras para referirse al caos generado en la frontera.