Las inmigrantes reciben formación para vivir su sexualidad “con libertad”

{jaimage crop="TC" /}La Asociación de Mujeres Progresistas imparte un curso en la sede de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV) con el objetivo de dar a las mujeres inmigrantes formación para que puedan vivir su sexualidad y tomar decisiones acerca de la reproducción “de una manera libre, decidida y sin violencia ni coacciones”. Este es, en palabras de la presidenta nacional de la Federación, Yolanda Besteiro, el fin principal del taller que inauguró ayer en la ciudad autónoma.
En estos cursos, a las mujeres inmigrantes se les da información sobre derechos sexuales y reproductivos, maternidad saludable, sexualidad, relaciones de género, salud reproductiva, autoestima y relaciones personales o el tiempo propio.
Además, en los grupos de salud se aprenden a cuidarse, relajarse, mejorar la autoestima, relajarse, tomar decisiones y todo aquello que está relacionado con el bienestar de la mujer. Y es que desde la Asociación recordaron que las mujeres tienen derecho a que sus vidas no corran peligro por un embarazo o parto, tener protección para proteger su salud, a no ser torturada o maltratada, a tener igualdad en el acceso a la educación e información, a sentirse segura y no ser discriminada por sexo, raza, religión o edad, entre otros.
Entre estos contenidos, se hablará también de la problemática de la trata de mujeres con fines de explotación sexual; los métodos anticonceptivos; la píldora del día después; la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo; y herramientas y técnicas para fomentar el empoderamiento de mujeres inmigrantes para que puedan tomar sus propias decisiones de manera libre y mejorar su salud.
Besteiro manifestó que este tipo de talleres en la ciudad autónoma hay que adaptarlos a las características del colectivo inmigrante, en primer lugar porque hay muchas mujeres de origen subsahariano, “algunas con más dificultades idiomáticas que en otros lugares de España, donde hay más mujeres de origen latioamericano”; y en segundo lugar por la “gran influencia de los componentes religiosos y de ideologías”.
Durante el desarrollo de los talleres, la Asociación pretende que las mujeres se conciencien de que “son dueñas de su propio cuerpo y de sus propias decisiones, algo que en ocasiones es difícil en determinados colectivos”. Eso sí, esta información se transmite “siempre respetando las creencias, la educación y, en definitiva, la multiculturalidad”.
En otro orden de cosas, Besteiro manifestó que “sin salud sexual no puede haber salud reproductiva”, y ofreció datos sobre un estudio sobre las víctimas de la violencia de género en el conjunto del país. De este dijo que el 69 por ciento han sido forzadas a mantener relaciones sexuales no deseadas, el 77 por ciento han sufrido violencia durante su embarazo, el 49 por ciento han sido obligadas a mantener relaciones sexuales sin protección y el 54 por ciento presentaban problemas de salud colaterales relacionados con el hecho de sufrir violencia sexual “y además, muchas de ellas no eran conscientes de que estaban siendo víctimas de violencia sexual”.