Las fuerzas de seguridad investigan a captores yihadistas ceutíes y marroquíes

Delegación reconoce que ya son nueve las denuncias por desapariciones vinculadas a la yihad

La Guardia Civil, el Centro Nacional de Inteligencia y el Cuerpo Nacional de Policía prosiguen las investigaciones en torno a lo relacionado con los españoles que han decidido viajar a Siria para luchar del lado de la insurgencia contra Al Assad. Y en este sentido, se investigan tanto las rutas que llevan a los que deciden viajar al país en guerra como a los posibles captadores, que no son únicamente de Marruecos sino que también existen lazos en Ceuta que trabajan para convencer a los que dejan atrás su vida en busca de unas puertas del Paraíso que les prometen que se abrirán tras cumplir con su misión.
A pesar de que la familia del último ceutí que se marchó hace una semana de Ceuta asegura que no sabe nada sobre su paradero, la Delegación de Gobierno ha confirmado que la madre, mujer y hermanos de Abdelhuaed M. S., natural de Príncipe Alfonso y residente en la zona del Recinto, puso el pasado lunes una denuncia. La novena ya por desapariciones vinculadas a la marcha a la yihad tal y como han conformado desde Delegación.  Las últimas investigaciones apuntan a que Abdelhuaed ya ha llegado a Siria a través de la frontera con Marruecos desde donde se ha desplazado a Casablanca y allí ha cogido un avión que le ha dejado en Turquía y se ha desplazado hasta el límite fronterizo de ese país con Siria.
La familia insiste en desconocer el destino de Abdelhuaed pero fuentes cercanas a la misma han reconocido que él mismo ha hecho una llamada a un amigo íntimo informándole de que había llegado ya a Turquía y pretendía introducirse en Siria a través de uno de los túneles que separan ambos países.

A través de Marruecos
Las fuerzas de seguridad descartan que se lleven a cabo los viajes a través de las primeras rutas que utilizaron los ceutíes que ya han ido hasta allí y han muerto: Rachid, Piti y Tafo. Ellos fueron  a través primero de Portugal y no vía Marruecos. Antes que Abdelhuaed, fue el menor de 16 años, residente en la barriada del Príncipe Alfonso el que utilizó la vía para llegar a Turquía por avión desde Casablanca.
En este sentido, pese a que su familia ha informado que sigue sin noticias del adolescente desde que recibieron su llamada cuando llegó a Turquía informándoles que iba a hacer la yihad a Siria y no iba a volver a casa, existen informaciones que hablan de un posible encarcelamiento del joven, algo que no se ha descartado y que se procuran llevar con cautela. El CNI trabaja en Siria siguiendo el rastro de los ceutíes que han llegado hasta ese país.
El delegado del Gobierno, Francisco Antonio González ha informado que son ya nueve las denuncias interpuestas en este sentido desde el pasado año y que se está trabajando sobre el tema para evitar que los captores, a los que llamó “captadores de voluntades” sigan llevando a cabo sus planes entre la población musulmana ceutí.

Un problema a uno y otro lado de la frontera

Decía Shakespeare que el hereje no es el que arde en la hoguera sino el que la enciende. Y en Ceuta la hoguera del yihadismo ya está encendida desde hace tiempo pese a que siempre se ha intentado ocultar por todas las partes. Cautela. Pero son ya nueve las denuncias, varios los ceutíes que han muerto en Siria y otros tantos que se han ido, alguno incluso reconociendo a su familia que se iba a hacer la yihad y que no volvería, pidiéndoles perdón por su decisión. Es el caso del joven Nordim, de 16 años, del que sus padres y hermanos siguen sin explicarse cómo pudo tomar esa decisión. Y es ahí donde la Guardia Civil y el CNI están centrando las investigaciones: en saber quién se ocupa de reclutar a musulmanes para hacer la yihad en Siria. Las especulaciones rodean cada caso hasta que una llamada confirma lo que sus familias temían desde la marcha de los mismos. Ya pasó con tres ceutíes y ahora continúa pasando. Junto a ellos, muchos hombres de Castillejos y Tetuán deciden marcharse. Los que encienden ese deseo son el objetivo prioritario de las Fuerzas de Seguridad que aseguran que no sólo actúan en Marruecos sino también en la propia ciudad autónoma. Y detrás, causas como el verdadero desconocimiento del Islam como han denunciado desde la UCIDCE o la propia marginalidad, el desempleo y la desesperanza. El último de los que se ha ido, Abdelhued M.S., de 27 años padre de dos hijas de cuatro y tres años, llevaba una temporada en paro tras estar como obrero en la construcción durante varios años. Su madre ha reconocido que se dejaba llevar y no tenía personalidad y no descartó que fuera a hacer la yihad.