Con tan solo 34 años, el padre Francisco Jesús Fernández Alcedo sumó hace poco más de mes y medio a sus atribuciones la de deán de la Catedral.
Fue el 4 de agosto cuando el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, confirmó el acuerdo alcanzado el 25 de julio por el Cabildo Catedralicio, reunido para buscar sustituto a José Manuel González, que había presentado su renuncia tras permanecer ocho años en el cargo. Canónigo desde 2009, párroco de San Juan de Dios (Villajovita) y director espiritual del Consejo de Hermandades y Cofradías, la nueva misión encomendada no le coge por sorpresa, ya que fue secretario del anterior deán, con el que asegura que trabajó durante años “codo con codo”.
A Fernández Alcedo, último pregonero de la Semana Santa, le toca ahora presidir el Cabildo Catedralicio, custodiar el patrimonio que atesora el primer templo de la ciudad y, como él define, “servir de vínculo con la figura del obispo”. Por delante le esperan los retos de afrontar las principales efemérides asociadas al año 2015, coincidiendo con el aniversario de la llegada a Ceuta de la flota portuguesa: los 600 años que cumplen las primeras obras de edificación de la Catedral sobre el solar de la antigua mezquita y la creación de la propia Diócesis de Ceuta.
Mientras llega esa fecha, el día a día incluye “concluir los proyectos ya iniciados, como la restauración de la pinacoteca, el proyecto de iluminación de la Catedral o la pintura interior del templo, además de comenzar una escuela-taller para la reforma de la sillería del coro”.
Asume que “no esperaba” la propuesta de nombramiento tras solo ocho años de sacerdocio, una etapa en la que se ha involucrado en “un montón de actividades” desde su desembarco en Ceuta. “Soy muy joven e igual no era el momento, pero el Señor lo ha decidido así y lo asumo con mucha responsabilidad, orgullo y alegría”, celebra. El nuevo cargo, eso sí, reconoce que implica “muchas horas de sacrificio,” a menudo “robadas al sueño”.