Las entre 20 y 30 chabolas que hay distribuidas entre los alrededores del CETI y las cercanías del pantano son inviolables. De acuerdo con la ley ninguna fuerza de seguridad, ni tan siquiera los militares, pueden derribarlas ya que son consideradas como ‘domicilios’ privados y sería necesario solicitar una orden judicial para llevar a cabo esta medida. Así es la situación, hasta el punto de que si alguna fuerza de seguridad actuara por su cuenta derribando estas chabolas podría ser denunciado incluso por el propio inmigrante.
Esta es la justificación de por qué la Delegación del Gobierno no emprende actuación alguna sobre los asentamientos desperdigados por el monte del Jaral que en más de una ocasión han dado pie a sucesos de diversa índole. Lo más que puede hacer la Policía y la Benemérita es controlarlos, y ejercer cierta vigilancia itinerante, pero nunca echar a los inmigrantes de la zona para proceder al derribo de la chabola, a pesar de que esto se ha ejecutado así durante años.
Los recientes sucesos ocurridos hace un par de semanas en Melilla, en donde fallecieron quemados tres inmigrantes dentro de las chabolas, han reabierto el debate sobre la peligrosidad que rodea a este tipo de asentamientos. En Ceuta, en sucesos distintos, dos inmigrantes también resultaron quemados al arder sus chabolas y los Bomberos han tenido que acudir a las llamadas de alerta de varios incendios de monte originados en torno a las chabolas.
Aún así la administración central reconoce la imposibilidad de actuar al respecto ya que podría toparse con un conflicto judicial abierto. En estas chabolas habitan inmigrantes que las utilizan para cocinar sus propios alimentos, ya que rechazan el dispensado en el campamento. También hay casos de sin papeles que no quieren cumplir con las normas del campamento y optan por residir fuera, o aquellos que utilizan estos lugares para sus escarceos personales y reuniones con fines dispares.
La jurisprudencia deja claro que para derribar una de estas chabolas habría que comprobar que no está habitada y desmantelarla.