Otro lunes más, y ya son cinco, en este paréntesis que tiene por nombre estado de alarma a causa del coronavirus. Las fuerzas de seguridad continúan trabajando en cada barriada de Ceuta para que se cumplan las medidas establecidas por el Gobierno. Patrullas de Policía Nacional, Local, Guardia Civil y vehículos del Ejército recorren las calles con el fin de que los vecinos que salgan estén haciendo lo imprescindible.
Cada día cuesta más, pero es importante que no pierda fuerza el quedarse en casa. Por eso, la importancia de mirar por el bien común y evitar imágenes como las que se han dado este lunes en Hadú: una barriada demasiado transitada durante la mañana aunque aún no se hayan levantado ninguna de las restricciones impuestas por el Gobierno. Nuestro deber es seguir estando confinados.
Medidas sanitarias que sí se ven en la distancia de prevención que se guardan en las colas de los comercios; que por otra parte también se aprecian en farmacias o mercados. La imagen que debería predominar es esa que nos obliga a levantar la cabeza y mirar a los balcones: las caras muestran resignación. Hay que sobrellevar lo mejor posible lo que quede de confinamiento.
Esta semana comienza de manera distinta: quizá se deba a la buena noticia del descenso de la cifras de contagiados en el país; o puede que influya que esta semana da comienzo el mes sagrado de los musulmanes: el Ramadán. Una festividad que este año, por primera vez, se celebrará en casa. Miles de fieles en nuestra ciudad esperan a que la Luna indique el momento de comenzar el ayuno.
Pero sobre todo hay que aguantar por aquellos que mantienen la ciudad como si nada hubiera pasado; servicios esenciales que permiten que todo funcione. Y en especial, hay que hacerlo porque la vida sigue y se intuye a través de las ventanas del Hospital, donde se libra la primera línea de esta lucha.