La viuda de Karim rechaza un intento de acuerdo y pide “que paguen por lo hecho”

La tercera sesión del juicio seguido en la Audiencia para esclarecer la muerte de Karim Mohamed empezó con algo más de dos horas de retraso.

El tiempo preciso que duró las negociaciones para intentar alcanzar una conformidad entre las partes que desde el primer momento fue rechazada por la viuda de Karim, Nawal.
Llamada a declarar como testigo, su llegada a la sede judicial tuvo como ‘recibimiento’ el resultado de las negociaciones que desde la tarde del miércoles ya se estaban preparando entre las Defensas, contando con el visto bueno de la Fiscalía. Un acuerdo que, de ser aceptado por la viuda, supondría la asunción de penas de cárcel de 15 años para tres de los acusados y 5 para los otros dos, además de una indemnización de 100.000 euros.
Nawal rechazó de forma tajante dicha conformidad. Y ese rechazo fue sabido de inmediato por todos los presentes ya que se escuchaban los gritos y lágrimas de la viuda que, arropada por sus familiares, solo mostraba su fe en que la Sala hiciera justicia por la muerte de su esposo sin acuerdos previos que aminoraran la condena que ella espera para todos los acusados que, desde el pasado martes, se sientan en el banquillo.
Nawal dijo no y veinte veces no, a pesar de que se le insistió en que esa conformidad era “buena” puesto que se iba a plasmar en una condena segura sin necesidad de continuar con el juicio. Pero la viuda de Karim se aferró a su confianza en los jueces y se mantuvo firme en su idea de continuar con el proceso, de declarar y de mantener la acusación de asesinato, con 26 años de petición de condena, que han sido pedidos de manera inicial a falta de las calificaciones definitivas que se conocerán el próximo jueves, con motivo de la última sesión programada por el tribunal de la Sección VI. “Ni un día menos”, exclamó, por la memoria de quien fue su marido y padre de sus dos hijos. Ese crimen terminó destrozando la vida de Nawal pero también la de toda su familia, que arrastra casi cuatro años de luto, buscando que haya justicia.
La conformidad, como figura jurídica para alcanzar acuerdos sin intervención de la Sala, no sirvió para una mujer que veía dichos ofrecimientos como una falta de respeto a la memoria de su Karim.
Así que pasadas las doce y media de la mañana, Nawal entró a declarar, miró de reojo a los cinco acusados y, visiblemente emocionada, juró decir la verdad ante el tribunal de la Sección VI, conocedor de ese acuerdo frustrado.
Nawal recordó esa hora: las 15.46 minutos, cuando los disparos que oyó desde su casa en el Príncipe hicieron presagiar algo malo, algo que después vendría confirmado con la noticia del asesinato de Karim. Nawal no vio nada, pero lo sintió todo: aquel 24 de julio de 2011 y ayer mismo, sentada ante las miradas fijas de abogados, jueces, fiscal y los presuntos implicados.
¿Por qué habrían matado a Karim?, se le preguntó. “No lo sé, todavía no lo sé... que lo digan ellos”, replicó señalando a los procesados. Nawal reclama justicia y que “paguen por lo que han hecho”. Pide una sentencia ejemplar por respeto a la figura de Karim y por sus hijos, que están en tratamiento psicológico.

Las claves de esta semana

Los testigos
Las declaraciones que se han escuchado de los hasta cinco testigos protegidos que han declarado no han tenido demasiada contundencia al incurrir en contradicciones importantes.
La declaración de ‘Pajarito’
Se acogió a su derecho a no declarar pero la sorpresa fue cuando la Sala aceptó la petición de la Fiscal de leer lo que en su día dijo y a quiénes acusó. La Sala ahora puede valorarla.
Llamadas y pólvora
Aunque los cinco acusados dijeron que solo se conocían del barrio, el hecho es que el día del crimen de Karim se produjo un cruce de llamadas a los móviles que está recogido. Se halló además restos de pólvora en prendas intervenidas y en un coche.
La investigación
La semana próxima será clave la declaración que realice la Policía Nacional a la hora de conocer qué les llevó a proceder a los arrestos de los acusados.

¿Se sentía Karim amenazado antes de su muerte?

La viuda de Karim Mohamed no pudo dar respuesta a la pregunta de si su marido, días antes de ser asesinado a tiros, se sentía amenazado o llegaba a temer por la comisión de algún tipo de atentado. “No me contaba nada, si lo sentía se lo guardó”, explicó visiblemente emocionada. Ajena a que pudiera producirse un caso así, Nawal nada sospechaba de que ese domingo, cuando su marido bajó al carrillo de la barriada, sería víctima de un asesinato de este calado. El trabajador de las Brigadas Cívicas intentó huir de las balas disparadas de forma alocada por los pistoleros, para terminar siendo rematado en el suelo falleciendo al momento sin capacidad alguna de defensa. Nawal recordó que tras oír los disparos supo que el asesinado era su propio marido. Ahora quiere justicia.