La UGR apuesta por seguir siendo un “bien público” y “motor de desarrollo” local

Con las sombras todavía de la falta de instalaciones deportivas “propias e integradas” y con la adecuación de su entorno y un aparcamiento pendiente de inicio, el Salón de actos del Campus Universitario acogió ayer el primer acto académico por Santo Tomás de Aquino desde la rehabilitación del antiguo acuartelamiento del Teniente Ruiz anexo.

La cita fue, además, la última de estas características presidida por el rector saliente de la Universidad de Granada (UGR), Francisco González Lodeiro, que abandonará su cargo tras completar su segundo mandato el próximo mes de mayo.
El que ha sido máximo responsable de la institución nazarí durante los últimos 7 años fue despedido por el decano de la Facultad de Educación, Ramón Galindo, y por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, como “el rector más implicado, sensible y comprensivo con las particularidades de esta ciudad” que ha habido.
Desde la mesa presidencial, González Lodeiro prometió que “las instalaciones deportivas se harán en breve porque el dinero está consignado y únicamente esperamos un permiso de AENA que contamos con recibir en breve gracias al apoyo de la Ciudad y la Delegación”. Como Vivas, González Lodeiro dio por hecho que las obras de cierre del entorno del Campus se ejecutarán “de inmediato”.
Cuando se complete el continente quedará el reto de seguir mejorando el contenido, las titulaciones que se ofrecen en la infraestructura, donde González Lodeiro volvió a dejar la puerta abierta a implantar más pronto que tarde nuevos Grados como los de Fisioterapia (en la Facultad de Ciencias de la Salud) o “Turismo con Empresariales y otras de carácter comercial”.
No obstante, el rector incidió en que un foco de avance prioritario tiene que ser incidir en la oferta de títulos de posgrados y en las líneas de investigación. “A veces en crisis se avanza más de lo que se cree porque se agudiza el ingenio y se maximizan los recursos y en estos años hemos logrado consolidar el Campus, por ejemplo, algo que antes no se hizo”, valoró el rector en declaraciones a los medios junto al presidente autonómico.
“A pesar de la crisis hemos conseguido cosas importantes como la integración de la Escuela de Enfermería y este nuevo edificio con las dos Facultades reunidas con la UNED y el Instituto de Idiomas, un polo de desarrollo importante para la ciudad en la Educación Superior que cada vez está atrayendo a más estudiantes de Marruecos [media docena ya en Informática]”, apuntó el rector en consonancia con Galindo, que volvió a apostar por la “colaboración institucional” para, de la mano de la Ciudad y el Estado, conseguir que Ceuta tenga un marcado y real carácter “universitario” y lo proyecte “tanto hacia el país vecino como hacia el Campo de Gibraltar”.

A ello puede ayudar, a juicio de los responsables de la institución universitaria, insistir en desarrollar el Grado de Ingeniería Informática, que ha pasado momentos de graves dificultad para sostenerse “y que es un campo en el que la UGR tiene una posición privilegiada, la 43 del mundo, por lo que debemos hacer un esfuerzo para atraer talento a Ceuta y para conseguir la transferencia del resultado de la investigación a esta ciudad”.
“Aquí se cultiva lo más importante, el capital humano, y se percibe el afán por descubrir, enseñar y ser útiles”, alabó Vivas en una intervención no programada el ambiente del que había disfrutado durante las dos horas previas, en las que Galindo hizo hincapié en preservar la Universidad “como bien público y motor de desarrollo” y en el que un representante del alumnado de los Grados de Educación subrayó la necesidad de que familias y docentes se den cuenta de la necesidad de colaborar estrechamente en beneficio de los niños que inician o acaban de empezar su trayectoria académica.
En ese sentido González Lodeiro también reclamó mantener la “estrecha relación” que la UGR tiene con los colegios e institutos locales.

Los ordenadores, a rebufo

¿Superará la capacidad de los computadores la de la mente humana? O, de forma más precisa, ¿cuándo lo harán? A estas y otras preguntas intentó responder ayer el catedrático del Departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la Universidad de Granada (UGR), Julio Ortega Lopera, durante la conferencia que ofreció en el acto académico organizado por la Facultad de Educación de Ceuta con motivo de Santo Tomás de Aquino.
El experto, que señaló que se espera que el adelantamiento de la máquina al cerebro humano se produzca “en 30 años”, relativizó un periodo que desde el presente puede parecer muy largo. Hace tres décadas, justo antes de que él se incorporase al servicio militar, los ordenadores de la época tardaban en procesar un trabajo 20 horas. Compartido, el que hizo los cálculos necesario para sus necesidades académicas precisó de 20 días. “Hoy podría hacerlo en dos minutos y yo podría pasar más de dos semanas de asueto o elaborar algo mejor”, comparó.
Cualquiera de los teléfonos inteligentes e incluso los que no lo son tanto disponen actualmente de una capacidad incomparable con la de los ordenadores de finales de los setenta, cuando los visionarios decían que no había “ninguna razón” para tener una computadora en una casa particular. Ortega explicó que la velocidad de crecimiento de los circuitos se dobla cada dos años. La mejora de las tecnologías de computación está condicionada a varios factores: la tecnología disponible (hoy, la electrónica; en el futuro, quizá, cuántica); las demandas de la sociedad y los factores económicos de rentabilidad. “Es muy difícil predecir qué va a aparecer dentro de dos años pero sí se puede augurar que a finales de esta década o principios de la próxima tendremos computadores con capacidad para hacer un número de operaciones por segundo equivalente a la edad del Universo”, contextualizó el catedrático sobre un avance imparable que ahora, con máquinas que ya son capaces de “entender el  lenguaje”, se centra en ambiciosos proyectos como el europeo ‘Human Brain’ o el norteamericano ‘Brain initiative’ que aspiran a “cartografiar” el cerebro y, allá por 2045, alcanzar la “singularidad” y, antes, el “procesamiento inteligente”.

Premios Extraordinarios, Menciones Honoríficas y otras distinciones

La Facultad de Educación, Economía y Tecnología de la UGR en Ceuta aprovechó el acto académico de ayer en el Salón de actos del Campus, programado con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino, para entregar los Premios Extraordinarios de los Grados de Infantil, Primaria y Administración y Dirección de Empresas a Laura Armesto, Anisa Mohamed y Alejandro Ortiz.
Además, Alba de la Rubia, Carolina Jiménez y Lamia Laarbi recibieron sendas Menciones Honoríficas por haber demostrado a lo largo de su formación universitaria “un excelente rendimiento en sus estudios acompañado de una alta implicación en la Facultad”, según reseñó la secretaria de la Facultad, Elisabel Cubillas.
También recibieron distinciones los ganadores de los concursos de Fotografía (Juan Manuel Fernández) y Microrrelatos (César Brando, Francisco de Torres y el propio Fernández); y los doctores formados en el Programa correspondiente, con casi quince años de andadura.