El Consejo de Gobierno de la Universidad de Granada (UGR) ha aprobado esta semana su nueva Normativa de evaluación y de calificación de los estudiantes, que, de acuerdo con el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), “dibuja un escenario que reclama una nueva figura del estudiante como sujeto activo de su proceso de formación, con una valoración del trabajo dentro y fuera del aula y con el apoyo de la actividad docente y sistemas tutoriales”.
El documento, con el fin de garantizar a los estudiantes el derecho a ser evaluados y que la misma sea “adecuada y objetiva”, centra su atención en aspectos tales como las Guías Docentes, “documento básico de referencia para el estudiante y el profesor”; las tutorías, “con especial atención a la obligatoriedad de adaptación para estudiantes con necesidades educativas especiales” y la evaluación “basada en el seguimiento directo e individualizado del aprendizaje del estudiante a través de una evaluación continuada de los resultados del aprendizaje, que fomente la originalidad de los trabajos y el respeto a los derechos de propiedad intelectual”.
La nueva norma cambia el régimen de la denominada evaluación por incidencias, que pasa de una anterior regulación “prácticamente discrecional” a determinar los supuestos en los que el estudiante tiene derecho a solicitarla.