La UGR abre el curso en un acto de marcado carácter reivindicativo

La Universidad de Granada (UGR) celebró ayer en el Campus Universitario el Acto Solemne de apertura del año académico 2014-2015,

un evento que presidió el rector de la institución nazarí, Francisco González Lodeiro, y en la que tanto este como los decanos de las Facultades de Ciencias de la Salud y Educación, Rafael Guisado y Ramón Galindo, y la ponente de la lección magistral, María Ángeles Durán, se sumaron al carácter reivindicativo que, de inicio, le pusieron un grupo de alumnos.
Los estudiantes están hartos de “los recortes en becas y ayudas para libros de texto y comedor”, del despido de “miles de profesores”, de “la falta de medios en los centros”, del hacinamiento en colegios e institutos y del resto de “los problemas que padecemos todos los días y que retratan el desmantelamiento de la Educación Pública”.
El rector de la UGR, que durante este curso dejará esa responsabilidad al terminar su mandato, también expuso su malestar por la “mercantilización” de la Educación Superior y por el repliegue de lo público ante entidades privadas en ese ámbito, donde reside, desde su punto de vista, la obligación de “construir el futuro”. “Si muere la Universidad lo hace también el progreso del país”, alertó González Lodeiro.
El decano de Ciencias de la Salud, Rafael Guisado, tampoco dejó pasar la ocasión de recordar a las autoridades presentes, entre otros el director provincial de Educación, Cecilio Gómez, y los consejeros de Educación y Sanidad del Ejecutivo local, Mabel Deu y Abdelhakim Abdeselam, que su departamento sigue “anhelando” que se ponga en marcha la  construcción de un inmueble para impartir esos estudios en las inmediaciones del Hospital Universitario, como las instituciones se han comprometido a hacer viable. “Falta la financiación adecuada y debemos preocuparnos por impulsar programas de Doctorado de calidad en este momento en el que Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) deja sobre todo en manos del trabajo del estudiante su formación y éxito académico”, subrayó.
Galindo, su homólogo de Educación, destacó que la Facultad que dirige sigue esperando que empiecen las obras del equipamiento deportivo que necesitan docentes y alumnos, así como la adecuación del entorno del Campus y la habilitación de una Galería de Exposiciones.
Más allá de lo material, dejó patente su “preocupación” por la “disminución” de las partidas presupuestarias que el Ministerio destina a la Educación Superior en las ciudades autónomas y resaltó que la ampliación y diversificación de la oferta de titulaciones locales, aunque sea a través de la puesta en marcha de dobles títulos con la UNED, precisa de un marco de “estabilidad” que los continuos cambios de legislación no favorece precisamente.
“Es necesario un Pacto de Estado que dé sosiego y estabilidad y más recursos porque en Educación no hay gasto sino inversión en futuro, la más rentable para combatir la exclusión social y fomentar la igualdad de oportunidades”, reflexionó sin dejar de reivindicar “sensibilidad” para las singularidades de la ciudad autónoma y asumiendo el deber de “aprovechar con el mayor rigor y rentabilidad los medios disponibles, con una austeridad imaginativa e inteligente”. El decano también pidió un impulso para los programas de Posgrados y más “estabilidad” para los docentes, sobre todo en ramas como Administración y Dirección de Empresas o Informática, donde los contratos a tiempo parcial son mayoría.

Las claves

Agradecimientos
Los responsables de la UGR aplauden el Campus
La exposición de distintas reivindicaciones pendientes no fue óbice para que tanto González Lodeiro como Galindo y Guisado reconociesen el avance logrado con las nuevas instalaciones del Campus y agradeciesen el respaldo prestado por la Ciudad Autónoma al proyecto.
Docentes
Noventa profesores entre las dos Facultades
Según los datos de la Memoria Académica del curso pasado, la Facultad de Educación contó con 71 docentes y la de Ciencias de la Salud, con 19. Galindo subrayó la necesidad de reducir el número de contratados a tiempo parcial.
Internacionalización
Más de 1.200 alumnos y casi 50 de Erasmus
La Facultad de Educación cuenta este curso con 265 estudiantes de nuevo ingreso. El pasado lo cerró con 829 matriculados. La de Ciencias de la Salud, con 452. De ese total de más de 1.200, 37 de la primera y 9 de la segunda participaron en programas de Erasmus en otros países. Se recibió a 17.
Jubilaciones
Blas Alcázar y Ángel Díez, los últimos en despedirse
La UGR aprovechó el acto de ayer para homenajear a los dos últimos jubilados, el profesor Ángel Díez y Blas Alcázar (PAS).

La “pujanza” y el “dinamismo” de la UGR en la ciudad autónoma

La Memoria Académica del pasado año escolar de la Universidad de Granada en Ceuta, que elaboró y leyó la secretaria de la Facultad de Educación, Elisabel Cubillas, da cuenta, a ojos de su decano, Ramón Galindo, de la “pujanza” y el “dinamismo” de la institución nazarí en la ciudad autónoma. Cubillas hizo un exhaustivo repaso de la actividad institucional desarrollada, visita del ministro incluida, y de las crecientes iniciativas que se han puesto en marcha en el ámbito de la investigación, las Relaciones Internacionales y la Cooperación al Desarrollo. También desgranó las propuestas desarrolladas en materia de Extensión Universitaria, con múltiples charlas, jornadas, seminarios, talleres y exposiciones.

La confusión entre valor y precio

Si el éxito de los actos académicos protocolarios sin entrega de bandas puede medirse por su capacidad de atracción entre los estudiantes, el de ayer cosechó uno rotundo. Y no solo porque los movilizados contra el “desmantelamiento” de la Educación Pública lo aprovechasen como altavoz. El Salón de actos del Campus permaneció atestado hasta que la profesora María Ángeles Durán, a la que se encomendó pronunciar la lección inaugural, terminó su exposición.
De inabarcable currículum, Durán, cuya tesis doctoral ‘El trabajo de las Mujeres’ puso en pie el feminismo académico en España, disertó ante los presentes en una brillante invitación a la reflexión  sobre ‘El valor del tiempo’ y sobre la aparentemente cada vez más habitual confusión entre valor y precio.
La investigadora, una referencia ineludible para hablar del valor del trabajo no remunerado, el coste social de la enfermedad, la necesidad mundial de cuidados o la percepción del cuerpo y el espacio de las mujeres, animó a los presentes a pensar en si conciben el tiempo con un matiz individual o colectivo y si suelen referirse a él en pasado, presente (“no existe”) o futuro.
Durán recordó que jóvenes y mayores, medianos también, han sido los grandes paganos de la crisis y abogó por un análisis económico más “político” y menos “neoliberal” para no derivar hacia sociedades y porvenires “de mercancías y no de personas”

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