Hace ya más de un mes que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, le solicitó a la comisaría de Interior de la Unión Europea, Cecilia Malmström, una cantidad de cuarenta y cinco millones de euros para atender, de manera urgente, a las zonas fronterizas de Ceuta y Melilla, ante la situación de presión migratoria que están teniendo las
dos fronteras sur de la Unión Europea desde hace varios meses.
Pues bien, parece ser que la Unión Europea no tendrá una respuesta definitiva a las pretensiones de nuestro país hasta que no se conforme el nuevo gobierno comunitario, lo cual no será antes de los meses de junio o julio. Tengamos en cuenta que para finales de mayo están previstas las elecciones al Parlamento europeo y luego, por primera vez, estos comicios tendrán un papel fundamental a la hora de la elección del presidente de la comisión, en función que el mismo sea de la mayoría conservadora o socialista. Por lo tanto, esos cuarenta y cinco millones tendrán todavía que esperar y todo ello a pesar que el ministro le comentó, a la comisaría de Interior, a comienzos del mes de enero que la petición era urgente y que no se podía dilatar en el tiempo.
Lo único que se ha podido conocer sobre esta cuestión es que técnicos, tanto del Ministerio del Interior de nuestro país como de la misma Comisaría, están trabajando de manera conjunta a la hora de definir cuales son las inversiones que desde el departamento ministerial se quieren realizar a lo largo de los dos perímetros fronterizos, aunque igualmente, se deseaban estas cantidades para hacer frentes a un mayor número de agentes.
Lo cierto, es que, de todas maneras, el comportamiento que está teniendo la comisaria de Interior hacia las peticiones de España no es nada lógica, partiendo de la base que el gran problema de inmigración irregular se encuentra en el sur europeo.