En el capítulo dedicado a Ceuta, el Consejo lamenta que hace años que su Comisión de Expertos instó a España a elaborar “una investigación adecuada sobre la presencia tradicional del árabe en la ciudad”. Ante los nulos frutos que ha dado su llamamiento, en su nuevo dictamen lamenta que “las autoridades no han aclarado completamente si se ha producido una presencia tradicional y continua del ‘dariya’ en Ceuta” y exige que se “aclare” este extremo “en cooperación con los hablantes y, si es necesario, con la ayuda de un estudio científico”.
Según parece, las instituciones nacionales defienden que el ‘dariya’, “la variedad del árabe hablada en Ceuta”, es “el resultado de la inmigración de sus hablantes a la ciudad y, por tanto, no es una lengua regional o minoritaria según la definición de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales, ya que no tiene una presencia tradicional y continua en Ceuta”.
El Consejo de Europa no opina exactamente lo mismo, por lo que “recuerda” a España que “todos los idiomas que cumplen con los criterios de una lengua regional o minoritaria según se define en el artículo 1 de la Carta están automáticamente protegidos por ella independientemente de si el Estado parte de que se trata es de la opinión de que la lengua está en peligro de extinción eventual o no”.
“La obligación de ofrecer protección y promoción de una lengua regional y minoritaria”, apostilla la Comisión de Expertos, “no depende del origen de sus hablantes, sino más bien en su presencia tradicional”.
El informe del Consejo de Europa también critica que “no existen datos oficiales sobre el número de hablantes de ‘dariya’ en Ceuta” y lamenta que “las autoridades simplemente indican en su tercer informe periódico que es la lengua es la lengua materna de un gran segmento de la población (45%)”.
“Las autoridades afirman que se ha producido una creciente presencia del ‘dariya’ en los últimos tiempos, correspondiente al crecimiento en la población de origen magrebí”, resume la posición española, a cuyas autoridades advierte, como en 2001 a Finlandia en relación con el ruso, de que la protección de una lengua minoritaria “no depende que sus hablantes sean ‘nuevos’ o ‘viejos’ en un territorio determinado”.
¿Qué es una lengua minoritaria?
La Carta establece, según recuerda el Consejo de Europa a España en relación con el árabe y Ceuta, que por la expresión ‘lenguas regionales o minoritarias’ se entienden las “practicadas tradicionalmente sobre un territorio de un Estado por ciudadanos de ese Estado que constituyen un grupo numéricamente inferior al resto de la población del Estado” pero no los dialectos de las lenguas oficiales del Estado “ni las lenguas de los emigrantes”, como parece que considera España a los hablantes del ‘dariya’ en Ceuta.
Las claves
¿Inmigrantes?
Las lenguas de los emigrantes no se consideran minoritarias en un país, según la Carta Europea. España considera, según el informe del Consejo de Europa, que la presencia del árabe en la ciudad autónoma es “el resultado de la inmigración de sus hablantes a Ceuta”.
Presencia
Para la Comisión de Expertos “la obligación de ofrecer protección y promoción de una lengua regional y minoritaria no depende del origen de sus hablantes, sino más bien en su presencia tradicional”.
Antecedente
El Consejo advierte en su capítulo dedicado al árabe en Ceuta que hace once años, justo cuando España ratificó la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales, ya dejó claro a Finlandia que el ruso debía tener tal consideración en su territorio con independencia de si sus hablantes son ‘nuevos o ‘viejos’ residentes en él.
Petición
La Comisión de Expertos reitera a España que debe determinar, con la colaboración de los hablantes y estudios científicos, si fuera el caso, si el árabe tiene “presencia tradicional” aquí o no.