El buque Passió per Formentera de la compañía Balearia sufrió ayer, poco antes de las 6.30 horas, un conato de incendio en la cámara de motores auxiliares. Fue la tripulación la que en cuestión de minutos neutralizó el fuego, evitando su expansión y como creen muchos de los pasajeros, “una tragedia”. El incidente, aseguró más tarde la compañía, no ha supuesto en ningún momento peligro ni para pasaje ni para la tripulación, sin tener que lamentar ningún daño personal entre los 109 pasajeros y 29 tripulantes que viajaban a bordo.
Tal y como explicó el capitán marítimo, Jesús Fernández Lera, el incendio se pudo extinguir en apenas unos minutos gracias al sistema de seguridad que convirtió la sala de máquinas en un compartimento estanco al que se le suprimió el oxígeno para sofocar el fuego. No obstante, esto provocó que el buque se quedara sin motores, perdiendo su navegabilidad.
Una vez dado el aviso a Tarifa Tráfico y sin la necesidad de tener que evacuar a ningún herido, inició el proceso de remolcado a través de tres embarcaciones. Además de las dos remolcadoras de las que se dispone en el puerto de Ceuta, otra más tuvo que llegar desde Algeciras para poder traer de nuevo al barco. Un proceso difícil, explican, ya que el buque no podía propulsarse de ninguna manera y el único motor disponible, el que activó el generador de emergencia, sólo se ocupó para mantener la electricidad del barco.
“Luz de mar, que es el remolcador de Salvamento Marítimo, vino en demanda de este barco mientras la empresa contrataba un remolcador privado de altura para traerlo hasta aquí”, explicó Fernández Lera.
Una vez en el puerto, y con los pasajeros y los vehículos fuera de la embarcación -26 coches y 8 camiones-, ahora toca valorar los daños que ha sufrido el buque y ver qué tipo de reparación necesita. Por el momento permanecerá en el muelle Cañonero Dato 1, que se tuvo que habilitar para no entorpecer el tránsito, sobre todo en una jornada como la de ayer, en la que muchos viajeros aprovechan para iniciar sus vacaciones navideñas.
En ese sentido, la naviera ha tenido que habilitar otro barco de similares característica, el Poeta López Anglada, tal y como exige la administración marítima, para poder cubrir las rotaciones que el ‘Passió’ ya no podrá efectuar. Mientras el buque averiado estaba en proceso de remolque, el nuevo ferry llegó a Ceuta para efectuar su primera salida a las 11.30 horas. Balearia, por tanto, sólo tuvo que suspender la salida de las 8.00 horas que salía desde Algeciras a Ceuta.
En el aspecto técnico, tendrán que ser los inspectores, la Capitanía Marítima y la sociedad clasificadora los que determinen qué tipo de avería se ha producido y qué se necesita para su reparación.
“A lo largo de esta tarde o cuando proceda, entraremos en la sala de máquinas que ahora hay que ventilarla, está sin oxígeno no se puede entrar y ver cuáles son los daños que tiene el barco y arreglarlos”, explicó.
Desde Capitanía Marítima entienden las molestias por las que han pasado los 109 pasajeros que se encontraba en ese momento viajando con destino a Algeciras y que han permanecido casi siete horas en la cubierta esperando el regreso al puerto. Pese a todo lo ocurrido, celebran que no haya habido que lamentar heridos a causa de este suceso.
“No hay que lamentar ninguna desgracia personal, con lo cual yo, en un principio, estoy muy contento. Entiendo que el pasaje, desde el primero hasta el 109 estén mosqueados y cabreados, porque es una situación fastidiosa, sobre todo los que se iban de vacaciones y han perdido vuelos, trenes... Pero bueno, lo pueden contar y eso es lo importante”, opinó el capitán marítimo. Ahora será la naviera la que tenga que responder por los perjuicios que haya causado al pasaje las posibles conexiones que tuvieran con otros transportes.
Vivas muestra su preocupación por lo sucedido
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, se puso en contacto con el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Rodríguez, en cuanto ha tenido noticia del percance, sin daños personales, sufrido por el Passió per Formentera. Vivas se ha interesado por lo ocurrido y por los pasajeros y tripulación, sobre lo que el presidente de la Autoridad Portuaria le ha comunicado que el suceso no ha acarreado daños para las personas, que han sido llevadas a cubierta en cumplimiento de los protocolos. Además de la conversación del presidente Vivas con Rafael Rodríguez, también el consejero de Turismo y Deportes, Emilio Carreira, y el de Gobernación, Jacob Hachuel, han tomado cartas en el asunto.
La odisea de los viajeros del 'Passió per Formentera'
Casi siete horas de espera y la sensación de que podía haber sido una tragedia. Los testimonios de los pasajeros del buque Passió per Formentera, que ayer por la mañana sufrió un incendio en mitad del Estrecho, han narrado la odisea que pasaron hasta poder pisar puerto de nuevo. Salieron a las 6.00 horas y no volvieron a tocar tierra hasta cerca de las 13.30 horas y encima, al puerto del cual habían salido.
Contaron con detalle como las luces se apagaron de repente y empezaron a oler a quemado. Tras unos minutos y sin saber qué estaba ocurriendo, las sala donde se encontraban estos 109 pasajeros empezó a llenarse de humo, por lo que fueron evacuados hasta la cubierta por su seguridad. Minutos de miedo e incertidumbre, pues pese a que algunos dormían, otros tenían el conocimiento de que ya se encontraban en mitad del mar, con lo que esto supone.
Familias completas y viajeros que, en muchos casos, habían planteado esta travesía en barco como el inicio de sus vacaciones. Es el caso de Tania, que había planeado subir a Madrid a pasar las navidades, pero con lo sucedido, ahora no sabe qué conexiones va a poder encontrar después haber perdido los billetes de AVE y teniendo en cuenta que este fin de semana es operación salida. “He perdido todo y ya no llego. Yo no sé si ahora nos darán todo lo que hemos perdido o sólo nos van a indemnizar los billetes del barco”.
Los mismo le ha sucedido a varias pasajeros más, que habían aprovechado este viernes para reunirse con sus familiares en otras ciudades de España. Con los billetes en la mano, ahora no saben a quién deben reclamar para obtener el reembolso de todo lo perdido.
La tripulación, comentaron los mismos viajeros, se volcó en atenciones con los más pequeños que viajaban en el barco. Algunos relataban que han pasado “un poquito” de miedo, aunque por su propia inocencia, la mayoría desconocía la importancia de lo que estaba ocurriendo. “Nos hemos quedado en el barco, durante mucho tiempo”, resumía uno de ellos a su salida del barco.
Otros cargaban con juegos de mesa que les ayudaron a pasar las horas de forma más amena y algunos iban bajando aún enfundados en las mantas que la compañía les entregó a todos los viajeros para soportar el frío que hacía en la cubierta en las primeras horas de la mañana.
Los que sí se percataron de la gravedad de lo que estaba ocurrieron eras sus padres, sobre todo al ver el humo expandirse por el barco y el temor que les generó descubrir que lo que estaba sucediendo era un incendio. “Podía haber sido una tragedia, porque había mucho humo. El incendio ha sido importante”, contaba una madre. Frío e incertidumbre, además de paciencia por la tardanza que ha supuesto tener que remolcar el ferry sin ningún tipo de propulsión propia. “De pronto se apagan las luces y nos dicen que nos tienen que subir arriba. Ahí, en medio del Estrecho, con un frío que hacía y miedo por él”, detallaba otra mujer en relación a otro de los pequeños que abandonaba el barco.
Como suele ser habitual, este ferry, a primera hora de la mañana, suele ocuparse por muchos viajeros para llegar cuanto antes a la península con pretensión de aprovechar el día, ya sea para seguir viajando, como en estos casos, o para hacer gestiones. Por lo tanto, son muchas las personas que se han visto perjudicadas por este retraso.
Pese a las molestias de haber estado más de seis horas en la cubierta, esperando a regresar al puerto, los pasajeros coincidieron en que el trato por parte de la compañía ha sido bueno. Han recibido el reembolso de los billetes, aunque no saben si serán indemnizados por este percance, sobre todo los pasajeros que hayan perdido sus conexiones con otros transportes.Todos han reconocido que este suceso inesperado les ha truncado el día, aunque celebran que no hayan tenido que lamentar ninguna tragedia.
El sistema de seguridad de CO2 evitó que el incendio se expandiera
El incendio surgido en la a cámara de motores auxiliares del Passió per Formentera, que ayer perdió su navegabilidad en mitad del Estrecho, se pudo controlar gracias al sistema de seguridad que basa su extinción en CO2. Jesús Fernández Lera, capitán marítimo de Ceuta, explicó que una vez que se detectó el incendio, este sistema activó dos tanques de CO2, que junto al sellado de la cámara, hace que el espacio se quede sin oxígeno, acabando así con las llamas y dejando el espacio cerrado al vacío.
Un método rápido y eficaz que se usa en los barcos para poder controlar incidentes de este tipo y evitar así daños mayores. Pese a su utilidad, cuestiones como el humo son inevitables, por ello el otro pasó que se siguió a través del protocolo de seguridad es la evacuación de los pasajeros hacia la cubierta. Pese al frío, pasajeros y tripulación resultaron ilesos de un incendio que podía haber causado una tragedia, teniendo en cuenta la altura a la que se encontraba el buque, a poca distancia de cruzar el Estrecho. En ese momento, la primera intervención que se le dio al buque averiado, además de la asistencia de la tripulación, vino de manos del la Salvamar, que los escoltó durante todo el proceso.
Otro de los cuestionamientos planteados ha sido la tardanza del remolque, casi seis horas desde que se dio el aviso de que se habían quedado a la deriva en el mar. Sin embargo, la complejidad, explican los involucrados en esta operación, derivó en que al haber sucedido el incendio en la cámara de motores, ésta se inutilizó, por lo que el barco se quedó si maquinaria para ser propulsado. En otro tipo de averías, las embarcaciones de este tipo son capaces de entrar por su propia cuenta, pero al no contar con navegabilidad, un total de tres remolcadoras tuvieron que acudir a su encuentro.
En primer lugar se envió al remolcador de altura VB Hispania, que en esos momentos se encontraba en Ceuta, que fue la embarcación que acudió a asistir al Passiò en primera instancia y evitar que quedara a la deriva. Sobre el Hispania cayó la responsabilidad de remolcar al buque hasta la entrada a Ceuta, ya que al ser un remolcador de altura, no puede ingresar al puerto debido a sus dimensiones.
Ya a cuatro millas del puerto, se dio el aviso para que el trabajo lo completaran el VB Bulldog, cuya base está en Ceuta, y se pidió la asistencia del SERTOSA 27, que acudió desde Algeciras. Una operación en conjunto, que logró llevar hasta el muelle Cañonero Dato 1 al barco averiado.
Este muelle, normalmente en desuso, se tuvo que habilitar para poder remolcar hasta allí al Passió, dejando su lugar habitual de estacionamiento al barco que vino en su sustitución. Ahora será momento en que los técnicos, la Capitanía Marítima y la sociedad clasificadora determinen qué reparaciones necesita el barco averiado y las causas que provocaron este incendio en mitad del Estrecho.
El Poeta lópez Anglada sustituye al ‘Passió’
Tras el incidente, la compañía naviera decidió que el ferry Poeta López Anglada sería el encargado de sustituir al Passiò per Formentera hasta que éste se encuentre listo para ser reincorporado. Así lo exigen las autoridades marítimas con la finalidad de que no se suprimieran rotaciones de este servicio público. Aunque la salida desde Algeciras a las 8.00 horas se suspendió, una vez en el puerto de Ceuta, el barco sustituto se incorporó a la ruta con la salida hacia Algeciras a las 11.30 horas, normalizando así el servicio.