La DGT o, yo no sé quién, ha entendido que nuestra carretera N-352 en su tramo por la conocida carretera nueva, debe ser vigilada casi permanentemente por un vehículo de la Guardia Civil, de manera que cualquier ciudadano que circule por ella a más de los 30 Km/h de velocidad a los que está limitada, sea multado. Hacerse eco de esta novedad no es difícil pues cantidad de ciudadanos han caído víctimas de la ridícula limitación impuesta. Por cierto, ya lo digo yo, una limitación sin sentido y esperpéntica cuya finalidad no es dar seguridad a los viandantes ni siquiera a los conductores, ni a nada que se le parezca, es simple y llanamente para recaudar, es un abuso en toda regla que se comete con los ciudadanos de Ceuta, es, como dicen muchas de sus víctimas, un atraco, un asalto a lo Curro Jiménez, ni más, ni menos. Se trata de una prohibición con esta señal de 30 km/h en este tramo que hasta ahora había tenido carácter disuasorio hasta que alguien ha tenido la feliz idea de enchufar la máquina registradora para recaudar. Enhorabuena al mamarracho que parió la brillante idea. Como no están los ciudadanos lo suficientemente exprimidos y hartos, encima, el lumbrera de turno, a recaudar. Espero que no haya otro mamarracho que salga a decir lo que ya sabemos, que las normas de circulación están para cumplirlas, porque es mejor que se quede calladito y no cabree más al personal. Y es que resulta más indignante cuando uno observa que en la misma carretera, la N-352, en el tramo entre la frontera y el cruce donde comienza Martínez Catena la limitación es de 50 km/h, o sea, donde hay comercios casi a pie de carretera y donde hay un desvío complicado hacia una urbanización y el Hospital la velocidad permitida es ¿aún mayor? Olé, para el mamarracho asalta caminos, espero que haya alguien que aplique un mínimo de sentido común y acabe con la trampita, que ya ha hecho demasiado daño en un claro abuso de la administración.