“Las sucursales de Ceuta y Melilla son igual de operativas que cualquier otra de las que están repartidas por el país”. Quien así habla es el delegado del Sindicato Autónomo de Trabajadores del Banco de España (SATBE), José María Hernández.
No ha podido tener un estreno más complicado debido a que hace apenas unos días fue elegido por sus compañeros como su legítimo representante. Hernández, en respuesta a algunas voces que han indicado que la oficina de Ceuta no tiene la actividad de otras del país, quiere dejar claro que ésta “no opera de manera limitada” ya que “hace lo mismo que el resto de sucursales”.
De esta manera, el representante de los trabajadores de la sucursal del Banco de España en la ciudad autónoma considera que con el cierre de ésta se produce una “merma” en el servicio público que el Banco de España presta a los ceutíes.
Y es que Hernández tiene claro que los servicios que presta la sucursal de Ceuta son muchos y “muy importantes”, como operaciones de canje de pesetas por euros; recogida de billetes y monedas falsos; canje de billetes deteriorados; suscripción de Deuda Pública; y solicitud de información de la Central de Registros y presentación ante el Servicio de Reclamaciones de quejas y consultas relativas a los servicios bancarios que prestan a las entidades de crédito.
Entre estas prestaciones hay dos que son importantes para los ciudadanos, como el servicio de reclamaciones o la recogida de billetes y monedas falsos.
Pero el Banco de España también presta un servicio muy importante a las entidades bancarias (bancos y cajas), como la distribución de billetes y monedas y velar por el perfecto estado de conservación de los mismos en el tráfico comercial.
Por todos estos motivos, el sindicato representado en Ceuta por Hernández ha mostrado su total oposición al cierre de centros de trabajo ya que supone una “perdida de puestos de trabajo en el sector público”. Y es que, al parecer, el Banco de España se ha comprometido a conservar el empleo pero no sus puestos de trabajo. En esta línea, está también en contra de externalizar los servicios.
Tal y como ha podido saber este medio, estos trabajadores podrían ocupar en la península vacantes libres, por lo que no se creará empleo.
Hernández considera que la eficiencia económica esgrimida por el Banco de España se puede conseguir de otra manera y no con esta “destrucción” de empleo.
Las palabras del representante de los trabajadores se refieren a auténticos dramas humanos. De once familias que posiblemente tengan que salir de la ciudad para que estos empleados mantengan el empleo.
Además, muchos de los trabajadores de la sucursal del Banco de España en Ceuta ya han sufrido cierres, como el de Cádiz, Guadalajara o Pontevedra.
Ahora sólo les queda esperar que se celebren las distintas reuniones para decidir sus condiciones laborales y, en definitiva, su futuro.
El representante de los trabajadores recuerda también que hay otros once guardias civiles con destino en la reserva que también dejarían de trabajar con el cierre de esta sucursal.
“¿Que será de nuestras vidas?”
Es lo que se preguntan los once trabajadores de la sucursal del Banco de España y sus familias. No es para menos, ya que lo único que saben es que se les mantendrá el empleo pero no su destino. Además, la media de edad de los trabajadores de esta oficina es de 50 años.
Otro de los problemas de algunos de estos trabajadores es que sus parejas también trabajan en la ciudad autónoma, lo que dificulta el desplazamiento de la totalidad de la familia.