El Club Residentes Ceuta lamenta que las obras de Bab Sebta no hayan trascendido en una mayor comodidad para todos las personas que, por una causa u otra, se ven en la necesidad de hacer uso de esas instalaciones,
y que a pesar de tener tantas aptitudes para convertirse en una frontera modelo, ya sea por extensión y características físicas, ya por el ingente número de funcionarios o por otras razones que le son de propiedad, aún siga manteniendo tantas carencias en todo lo referido a funcionalidad y atención hacia todos sus usuarios, especialmente los ceutíes, que al inicio de las obras se hicieron ilusiones pensando que al término de las mismas las colas serían historia. Nada de eso ha sucedido, y la nueva frontera heredó las deficiencias de la anterior, y el lado positivo de tanto cambio está por descubrir.
El funcionamiento y la disposición de trámites no ha variado respecto a la anterior, incluso en algunos aspectos ha empeorado, como es, por ejemplo, el sellado de pasaportes, que en la actualidad se hace desde el coche sin excepciones, lo que entorpece de forma muy significativa la agilidad de paso de los vehículos, pues no existe señalización de carriles para nacionales, residentes o extranjeros, lo que en la práctica supone que un residente puede estar detrás de un extranjero, por lo que tendrá que esperar a que finalice todos sus trámites, un tiempo realmente extraordinario en algunos casos. En la “vieja” frontera esto no pasaba, pues el extranjero estacionaba su vehículo lejos de los carriles de paso.
Por otro lado, la optimización de nuevos carriles se ve malograda por su nulo aprovechamiento, ya que no existe ningún tipo de segregación a la hora de definir vehículos con mercancía y los que no, lo que en la práctica significa “todos juntos”, un desorden cruel por cuanto innecesario e ineficaz, sobre todo a la hora de enfrentar la salida, un auténtico cuello de botella, ya que de seis y siete carriles se pasa a dos, y en algunos momentos a uno.
Los ceutíes deberían disponer de carriles definidos para su paso, en igual sentido los nacionales, así como los extranjeros. También deberían definirse los pasos exclusivos para vehículos y personas con mercancías y que se constituyen como expediciones comerciales, independientemente de su volumen, haciendo eso se ganaría mucho en funcionalidad y mucha gente ganará en salud y bienestar, lo que haría desaparecer tanta crispación y tanto desapego hacia un ordenamiento que no atiende a los protagonistas principales: las personas
Hay que mantener la esperanza, sobre todo si tenemos en cuenta aquello de: “allí donde el caos, no muy lejos el orden”, también porque Marruecos lucha por ser un país moderno y por una Administración eficaz, y quienes alientan ese espíritu no participan de laberintos sinsentido.