El máximo responsable del equipo decanal de la Facultad de Ciencias de la Salud de Ceuta, Rafael Guisado, se reunirá hoy con el delegado del Gobierno en la ciudad autónoma, Francisco Antonio González Pérez para intentar encontrar una solución al entuerto generado por el informe emitido a mediados de diciembre a instancias de Jesús Lopera que declara incompatible el ejercicio profesional de la mayoría del profesorado de la Escuela de Enfermería al servicio del INGESA con su tarea docente.
Fuentes de la Universidad de Granada (UGR), en cuya estructura se integra definitivamente este año la Escuela, aseguraron ayer a ‘El Faro’ que existen “muchas posibles soluciones” sobre la mesa, aunque evitaron decantarse por alguna de ellas como predilecta.
La institución nazarí entiende que el convenio tripartito que encauzó la integración de Enfermería en la UGR, donde se estableció que su personal quedaría subrogado “en las mismas condiciones” en las que ha venido trabajando hasta ahora, debería ser un aval suficiente para aclarar el conflicto. En el peor de los casos, el asesoramiento jurídico reclamado por varios de los profesores afectados considera que, si se viesen obligados a solicitar la compatibilidad de sus dos puestos al servicio de la Administración, ésta se podría bendecir al amparo de la excepción que, por “interés general”, contempla la legislación vigente.
Lopera pidió una semana después de que el PSOE perdiese las elecciones generales, a finales de noviembre, que a la Oficina de Conflictos de Intereses de la Administración General del Estado se pronunciase “al haberse detectado una posible incompatibilidad de trabajadores del INGESA que a su vez desempeñan una segunda actividad pública como docentes en la Escuela de Enfermería perteneciente a la UGR”.
A mediados de diciembre, la Oficina dictaminó que “todo el personal estatutario que actualmente desempeña una segunda actividad pública como docentes en la UGR sin previamente haber solicitado y obtenido la obligatoria resolución favorable de compatibilidad se encuentra en una situación irregular respecto del régimen de incompatibilidades”.Con ese veredicto en la mano, Lopera advirtió por carta al personal bajo su mando afectado de que “mientras no vuelvan a solicitar la compatibilidad, no pueden seguir simultaneando la segunda actividad, ahora pública, docente”. La UGR aseguró ayer que ninguno de los 16 profesores de la Facultad de Ciencias de la Salud ha dejado hasta ahora su plaza como docente y que siguen desarrollando su trabajo en condiciones de “normalidad”. El equipo decanal sigue pensando que será factible llegar a un acuerdo con el Ministerio de Sanidad pese a que entre los estudiantes ha llegado a correr el rumor de que la Escuela podría llegar a tener que echar la persiana si se ejecutase al pie de la letra el informe de la Oficina de Conflictos, cuyo espíritu podría trasladarse también a quienes compaginan la docencia con sus trabajos en otros órganos del Estado como el IMSERSO.