La Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEPSA) no prevé que la nueva prisión de Fuerte Mendizábal pueda estar abierta y operativa antes del último trimestre de 2017.
Esta es al menos la fecha orientativa que respecto a su inauguración maneja el presidente de esta Sociedad, Andreu Roca, y así lo expuso a los diputados que asistieron a la Comisión de Interior del Congreso en la que Roca explicó, a preguntas del diputado socialista José Zaragoza Alonso por las nuevas construcciones penitenciarias que están terminadas, la situación en la que se encuentran la prisión de Ceuta y la de Archidona, en Málaga.”Tanto el centro penitenciario de Ceuta como del CIS está prevista su finalización, con la programación que tenemos en este momento, para el tercer trimestre de 2017”, indicó.
El responsable de la SIEPSA también señaló que el centro penitenciario de Ceuta está a expensas de su equipamiento y que, hasta que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no decida su apertura se seguirán “manteniendo y vigilando”.
En esa comparecencia, Roca también explicó que se va a destinar 1.165.581 euros para vigilar y mantener el Centro de Inserción Social.
Roca subrayó que la vigilancia de estos centros es un tema “al que nos hemos visto abocados porque al haber terminado centros penitenciarios, incluso habiendo ralentizado las obras Instituciones Penitenciarias no estaba en disposición de inaugurarlos por diversos motivos que ellos pueden argumentar. Eso ha obligado a licitar contratos no solo de vigilancia, sino que también engloba el mantenimiento de las instalaciones y la guarda de todos los equipos”.
El presidente de la SIEPSA añadió además que se trata de construcciones “que pueden estar sometidas a actos vandálicos, okupas o robos” y que son instalaciones “que ya están montadas y que requieren un mantenimiento porque si no, cuando quieran funcionar no lo harán”.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se está planteando una apertura “por fases” de la nueva prisión de Loma Mendizábal, infraestructura que ha sido ya recepcionada por la Administración, que ha adjudicado un contrato de mantenimiento de los servicios de la nueva cárcel mientras siga cerrada.
Y es que para que pueda funcionar con normalidad la prisión debería contar con unos 300 funcionarios adicionales a los que tiene el actual establecimiento penitenciario de Ceuta, la obsoleta prisión de Los Rosales. Esta nueva infraestructura el Ministerio de Interior, a través de Instituciones Penitenciarias, ha supuesto una inversión que ha superado los 120 millones de euros y que no ha estado exenta de polémica durante los últimos años. Se trata de un macrocomplejo carcelario que cuenta con varios minicentros residenciales conformados por servicios culturales, sanitarios, deportivos y productivos comunitarios. El nuevo penal tiene una superficie construida de 83.897 metros cuadrados y ocupada de 33.257.
de 648 celdas residenciales y 152 complementarias, además de una enfermería con 64 camas. La capacidad de acogida que tiene hace pensar en que será punto de recogida de internos que se encuentran en prisiones de otros puntos del país. La Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP) adjudicó hace más de seis años las obras de construcción e instalaciones de seguridad de la nueva prisión de Ceuta y su Centro de Inserción Social (CIS) a la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Corsan-Corvian Construcciones S.A., Isolux Ingeniería S.A. y Watsegur S.A. Al concurso se presentaron un total de 19 aspirantes para optar a un proyecto que finalmente se adjudicó por 82,6 millones de euros, excluyendo impuestos. Los doce edificios, a los que en 2013 se retiraron algunos equipamientos como la piscina, deberían haber abierto sus puertas, de acuerdo con las previsiones iniciales del Gobierno central, a finales del año pasado. Cuando esté plenamente operativo el complejo dará trabajo a 450 personas, entre funcionarios y laborales, más que la prisión actual. Tendrá unas 650 celdas y multiplicará por cuatro la capacidad de Los Rosales, que ronda los 250 internos.
Varios centros penitenciarios en la misma situación
El caso de Ceuta, siendo llamativo, no es el único. También la prisión de Málaga está terminada y cerrada a cal y canto por falta de disponibilidad presupuestaria. En la misma situación se encuentran las de Soria, terminado y pendiente de equipamiento, también está prevista su apertura para finales de 2017.
Y el centro penitenciario de Málaga parece que será el que antes entre en funcionamiento, ya que según la previsión de la SIEPSA, su equipamiento se hará durante el próximo año. Algo más alejado en el tiempo están las prisiones de Norte III para finales de 2018, Levante II a finales del mismo año, el CIS de Valencia en el primer trimestre de 2019 y el CIS de las Palmas en el segundo semestre de 2018.
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