La seguridad alimentaria, “de la granja a la mesa”

El ayuntamiento acogió ayer la I Jornada de Enfermedades Transmitidas por Alimentos, en la que quedó señalada la importancia del control integral de la cadena

“¿Surge la gripe aviar de un laboratorio?” El ‘no’ rotundo de Anxela Pousa, epidemióloga de la Xunta de Galicia, a la pregunta de una asistente y la posterior mención a las teorías de la conspiración podrían servir de muestra de la importancia de este tipo de jornadas, a menudo más útiles como comunicación pública que como evento sectorial. La I Jornada de Enfermedades Transmitidas por Alimentos reunió ayer en Ceuta a cuatro expertos en Seguridad Alimentaria que trataron los aspectos sobre varios particulares de las toxiinfecciones con un resultado didáctico.

La actualidad manda. La que fue conocida en mayo como crisis del pepino, un brote transmitido por una cepa de ‘Escherichia coli’  procedente finalmente de la soja y no de la hortaliza española, provocó en Alemania medio centenar de muertos. Luego llegó el verano, estación en la que Ceuta fue escenario de una infección alimentaria que disparó durante horas una cierta alarma. Sin embargo, la actuación de las dos administraciones sanitarias competentes, consejería e Ingesa, hizo posible la pronta localización y aislamiento de la salmonelosis detectada en los dos centros de menores de la Ciudad. Todo eso tras aplicar la técnica nombrada en multitud de ocasiones durante la jornada de ayer: una análisis exhaustivo ‘de la granja a la mesa’.

Organizadas por la Consejería de Sanidad y Consumo como parte del Plan de Sanidad (2008-2011), las ponencias desarrolladas ayer tenían como objetivo profundizar en la educación sanitaria relacionada con las toxiinfecciones alimentarias y dirigida tanto a los sectores implicados –profesionales de la salud y empresarios de la restauración y hostelería–  como a los ciudadanos en general.  

Durante la mesa redonda celebrada como cierre de la jornada, volvió a insistirse en la importancia del control en el total de la cadena, que va desde el productor primario hasta el consumidor. Al respecto, José Antonio Conejo, subdirector de Protección de Salud en la Junta de Andalucía, incidió en lo sustancial que supone la “concepción integral de la cadena alimentaria” y señaló la dificultad del primer eslabón, el de los ganaderos, más reacia a ejercer el autocontrol exigido desde las administraciones . “La  Unión Europea está avanzando en este tipo de políticas. Es muy importante que cada etapa del alimento cuente con un control”, dijo Conejo, a lo que añadió Rafael Jordano, catedrático de Nutrición y Bromatología, “que el riesgo cero no existe”. Porque los microorganismos viven con nosotros y, como el ser humano, lucha por su supervivencia. Y no es necesario por eso generar alarmas.

La actualidad de la salmonela, hepatitis A y la bacteria vibrio
La segunda ponencia de la jornada corrió a cargo de Anxela Pousa, epidemióloga en la Dirección General de Innovación y Gestión de Salud Pública de la Xunta. Durante su intervención explicó que la función de los responsables de Salud Pública de las diversas administraciones no es otro que “la toma de medidas para evitar siguientes brotes, pero no para frenar un hipotético brote presente”. Pousa centró su charla en las infecciones más comunes. De la hepatitis A dijo que “pocos son los casos provenientes de los alimentos y más por vectores humanos”. En cuanto a la salmonela, la epidemióloga gallega ofreció los datos de prevalencia de EEUU en 2010: unos 50 millones de episodios anuales –para una población de unos 300 millones–. Como gallega, la ocupación por las toxiinfecciones ocasionados por bivalvos la condujeron a citar el caso del vibrio, una bacteria más extendida “por el cambio climático”.

La dieta vegana y su vinculación con las toxiinfecciones
Tanta referencia a las enfermedades causadas por animales, o como resultado de su manipulación, la pregunta estaba ya casi anticipada. Pues si tanto peligro puede acarrear el consumo de productos provenientes de las granjas, ¿no será más conveniente dejar de tomarlas? Un asistente a la jornada cuestionó a los expertos presentes sobre la conveniencia de adoptar hábitos ‘veganos’ –dietas basadas en el exclusivo consumo de alimentos vegetales–. Contestó Anxela Pousa, epidemióloga de la Dirección General de Innovación y Gestión de Salud Pública de la Xunta de Galicia: “Dejar de consumir alimentos animales no asegura en modo alguno eludir las enfermedades producidas por enfermedades alimentarias”, declaró y puso de inmediato un ejemplo reciente: el brote de ‘Escherichia coli’ producido en Alemania y causado por un producto vegetal, la soja. Así, Pousa aprovechó para insistir en los estrictos controles necesarios en todos los géneros de cadenas alimentarias y desmitificar una falsa bondad de la estricta ingesta de vegetales. Al menos, en relación a sus toxiinfecciones vinculadas.

La seguridad de los alimentos ecológicos o ‘bio’
Los alimentos ecológicos acabaron participando del debate propuesto durante el coloquio con el que se dio por clausurado la I Jornada de Enfermedades Transmitidas por Alimentos. Fue el propio consejero de Sanidad y Consumo, Hakim Abdeselam, presente durante parte de las charlas, quien elevó la cuestión a los expertos. ¿Y la seguridad de los llamados alimentos ecológicos? La respuesta vino de José Antonio Conejo, subdirector de Protección de la Salud en la Junta de Andalucía, quien quiso en primer lugar dejar claro que, de entrada, no debe existir diferencia en cuanto a la seguridad alimentaria entre los productos ecológicos y los no ecológicos –denominación que irá desapareciendo en favor de alimentos ‘bio’, concepto puesto en norma desde la Unión Europea–. Lo que sí quiso aclarar Conejo es el control al que deberán estar sometidos estos alimentos y el rigor que habrá de existir en las informaciones de las etiquetas. “Lo reclaman los consumidores y tienen un precio añadido, por lo que es justo el rigor”, declaró. Luego finalizó advirtiendo sobre los alimentos naturales. “No es igual hacer un queso casero que veinte”.