El investigador Francisco Sánchez Montoya explica aquellos duros años en nuestra ciudad dentro de la sección ‘Memoria pública’
Asegura que, fuera de las fronteras caballas, hay un gran desconocimiento sobre lo acontecido en Ceuta durante la Guerra Civil y el Franquismo “porque en la península tienen la idea de que en esta zona todos los ciudadanos se sumaron al golpe”. Por eso que los medios nacionales se hagan eco de nuestro pasado ayuda a derrumbar esas falsas creencias. Es la opinión del investigador Francisco Sánchez Montoya después de que el diario Público publicase, en su edición online, un artículo de su puño y letra titulado ‘La represión en Ceuta y en el Protectorado’. Ahí recoge, de manera sintética, parte de lo que investigó durante años y que, en 2004, le llevaron a publicar su libro más reconocido.
“El diario Público, tal y como me comentaron hace unos días mediante una llamada telefónica, ha retomado la causa que llevaba el juez Garzón sobre los desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo y ha creado una sección en el diario llamada Memoria Pública”, comenta Sánchez Montoya. Tras hacerse con su libro ‘Ceuta y el Norte de África (1931-1944), República, Guerra y Represión’, los responsables de esta sección de Público le solicitaron que escribiera unas líneas. “Cuando leen lo sucedido aquí mucha gente se sorprende por la brutal represión donde, sin existir ningún enfrentamiento con los sublevados, se llegó a fusilar a 268 ceutíes y otros muchos sufrieron una dura represión con multas y destierro de la ciudad”, dice el investigador. Considera que aquellas heridas, todavía sin cicatrizar, tienen al menos un paño de alivio cuando se sacan datos e historias a la luz.
Como, afortunadamente, la España de hoy en día es bastante distinta a la de aquellos años 30 escribir y conocer sirve para paliar en cierta manera el dolor y sufrimiento de muchas familias. “Para las nuevas generaciones esto es pura y simplemente materia histórica y por eso debemos indagar en el pasado”, opina Sánchez Montoya, “pues, como agudamente observaba March Blooch, la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado y el esfuerzo por comprender el pasado resulta igualmente vano si se desconoce por completo el presente”.
A nivel personal no puede sentirse más satisfecho ya que, tras tantos años de investigaciones, no hay semana en que no reciba alguna llamada o correo electrónico de algún nieto o familiar de los fusilados para pedirle información. “La gratitud cuando les respondo con las fechas, datos o el lugar donde está enterrado su familiar es enorme”, dice, “eso no está pagado con nada, incluso tengo guardados algunos correos que me ponen los pelos de punta”.
No es la primera vez que un medio de comunicación nacional se hace eco de sus investigaciones. “Sabía que, a pesar de algún que otro puntapié porque investigar estos temas en una ciudad como la nuestra es complicado, merecería la pena”, afirma el investigador lleno de satisfacción, “y aún hoy continúo tan ilusionado como entonces por continuar sacando a la luz más historias”. Un reconocimiento más que le impulsa a seguir investigando.