La Policía Nacional sospecha que la organización dedicada a la introducción de inmigrantes argelinos en la península a bordo de planeadoras, cuyas detenciones fueron practicadas a finales de septiembre en Ceuta en un operativo que ya adelantó este periódico, ha podido facilitar el pase de unas 300 personas.
El cruce de investigaciones llevadas a cabo por la UCRIF central y de Algeciras con otras desarrolladas por la UDYCO de Ceuta dieron pie al fortalecimiento de una investigación que levantó sus sospechas por la salida, con mayor asiduidad, de inmigrantes argelinos por la zona del Sarchal. Se trataba de residentes del CETI que intentaban salir de Ceuta de cualquier manera y que encontraron en el empleo de planeadoras, de las usadas habitualmente para el narcotráfico, un modo de salida e introducción en la península.
Así se unieron la llamada operación Grado (de la UCRIF) y la Jaula (de la UDYCO), de cuyos datos finales informó ayer la Dirección General de la Policía Nacional aunque buena parte del operativo se había prácticado entre el 25 y 26 de septiembre. La operación sigue, de hecho, bajo secreto de sumario y judicializada, pero ayer el CNP de Madrid dio cuenta del grueso de la misma, indicando que esta supuesta organización de pase de argelinos se nutría de la presencia de este elevado número de inmigrantes, residentes en el CETI, a los que ofrecían salir en lanchas rápidas.
La red conseguía unos 26.000 euros con cada salida
Según los datos publicitados por la Policía, con cada salida de una de estas embarcaciones, la red conseguía unos 26.000 euros ya que cada inmigrante debía pagar entre 1.800 y 2.000 para poder emprender el viaje y, antes, poder alojarse en domicilios propiedad de los delincuentes.
“Constataron que era más sustancioso dedicarse a este ámbito criminal que al relacionado con las drogas, y por ello utilizaban las habituales narcolanchas, en las que las mafias transportan las drogas, para convertirlas en el medio en el que llevar a los inmigrantes argelinos que previamente habían captado y recluido en sus pisos”, expone la Dirección General en una nota difundida a los medios de comunicación.
Durante este año hubo varios servicios en los que se detectaron a argelinos en la zona del Sarchal, concentrados, a la espera de ser recogidos en embarciones. Algunos de estos pases se abortaron, sin que la lancha que esperaban apareciera. En otros casos no y los hubo también en los que la propia embarcación empleada fue abandonada en la zona porque se optó por esa decisión ante la posible presencia de unidades policiales.
La entrada de argelinos ha sido y sigue siendo una constante en la ciudad, así como los pretendidos pases a la península después de permanecer en el CETI una temporada o estar escondidos en domicilios.
En esta operación los agentes practicaron a finales de septiembre tres registros en los que se intervino más de 10.000 euros, dos armas blancas, varios teléfonos móviles, una cámara de vídeo y diversa documentación, tanto en la barriada del Sarchal, como en Benítez y Bermudo Soriano. La investigación, que comenzó hace cinco meses, continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones, se asegura en la nota de prensa.
Al margen de esta operación, sigue habiendo salidas o intentos de huida de magrebíes, tanto argelinos como marroquíes, de manera constante. Se sospecha que son escondidos en el interior de casas a la espera de poder trasladarlos a la península en embarcaciones, esta vez, de recreo.
El empleo de las narcolanchas para el tráfico de personas
No es nuevo. Desde hace meses las organizaciones dedicadas al tráfico de hachís están dando uso a las planeadoras para la introducción de personas, sobre todo, en este verano, de origen magrebí. Las narcolanchas combinan su empleo para la comisión de ambos delitos.
En esta operación la Policía destaca que se había derivado el empleo para pase de personas porque se había considerado que resultaba mucho más rentable. El operativo ha sido dirigido desde Madrid y se encuentra judicializado en Ceuta porque las detenciones fueron practicadas en su totalidad en nuestra ciudad. De hecho, según fuentes judiciales, el procedimiento sigue bajo secreto de sumario pero se ha dado difusión al mismo.