El animal llevaba desde el lunes en ese lugar de difícil acceso y ayer los voluntarios la rescataron
Una semana llevaban los vecinos de las viviendas de los alrededores de la Plaza del Teniente Ruiz escuchando los maullidos desesperados de un gato, sin localizar su procedencia. Finalmente, comprobaron con asombro que el animal se había encaramado en el hueco de la pared de un inmueble derruido a una altura de unos 12 metros.
Tras varias llamadas al 112 desde primeras horas de la mañana, ningún servicio apareció en el lugar, por lo que miembros y voluntarios de la Protectora de Animales se presentaron para intentar salvar al gato, cuyo maullido “es cada vez más débil, porque ya lleva varios días sin comer ni beber y apenas se mueve”, comentaba una de las vecinas que ha seguido muy de cerca el caso. Nadie se explica cómo ha llegado el gato hasta el lugar, pero la verticalidad de la pared, aunque sí le permitió subir, hacía imposible su bajada.
Finalmente, gracias a una escalera prestada por la empresa Trinitas, intentaron subir a por el gato, acción totalmente imposible ya que el animal se asustó y comenzó la escalada, momento en el que cayó desde una altura de casi 14 metros en una zona terrosa, lo que amortizó la caída.
El animal fue trasladado a la clínica Leymar donde lo trataron gratuitamente y diagnosticaron que no había sufrido ningún daño. Actualmente se encuentra en las instalaciones de la Protectora. Es una hembra y se encuentra mucho más tranquila.
Desde la Protectora también quieren agradecer la inestimable colaboración de Ríos Martín por abrir el lugar y dejar acceder a los voluntarios.