Desde hace varias semanas llevamos asistiendo a una serie de denuncias, vertidas por los sindicatos, sobre la seguridad que se está prestando en la desaladora. Son denuncias serias, porque se está hablando de la retirada de vigilancia armada en una instalación que es estratégica. Pues bien. Fue ayer -hoy se lo contamos- cuando la Delegación del Gobierno dio su primera nota informativa respondiendo al asunto. Una nota en la que, además de informar que se estudia sancionar a la UTE encargada de esa seguridad, se dedican a advertir a quienes han denunciado que la administración central lleva sus propios tiempos a la hora de salir a la palestra y dar su versión. La Delegación del Gobierno es libre de enviar comunicados cuando le plazca y de responder, cuando estime, a una polémica tan seria como la relativa a la protección deficiente que se estaba dando a la desaladora. Ella marca sus tiempos, como si quiere aislarse en una burbuja e informar de la realidad que se está dando en nuestra ciudad cuando le convenga. Pero eso no será excusa para recordarle que se está equivocando. Porque el ciudadano también tiene sus tiempos, y esos se ajustan a unos políticos que dan respuestas rápidas, que reaccionan pronto no cuando estiman que deben hacerlo.
Conociendo a Pacoantonio no puedo dudar de su capacidad de trabajo, ni mucho menos del ímpetu y dedicación que le esté poniendo a su labor como delegado del Gobierno. Miren que hemos tenido delegados flojos, otros demasiado listos e incluso algunos fantasma. Si el actual ha elegido marcar sus tiempos en su labor sin temor a equivocarse, libre es. Como lo somos el resto para denunciar ese vacío que estamos sintiendo en asuntos sensibles. ¿Han escuchado alguna rueda de prensa para hablar sobre las medidas que se van a poner en marcha ante las estadísticas que en materia de criminalidad nos dejan en tan mal lugar? Midiendo esos tiempos, quizá el mes que viene nos manden un comunicado explicando hasta dónde puedan llegar. Mientras, la sensación de vacío es evidente.