La
Policía Nacional ha relacionado la operación llevada a cabo hace unos días en la Costa del Sol, que se saldó con el arresto de 9 personas y la desarticulación de un grupo de sicarios, con el crimen del ceutí S.A.B., conocido como
‘Zocato’, que fue asesinado el pasado 20 de agosto en la urbanización El Campanario de Estepona. Un individuo que tapaba su rostro con un pasamontañas le disparó cuando entraba en su vivienda, huyendo después en una bicicleta. La Policía Nacional vincula ese crimen con la hilera de episodios violentos cometidos en estos últimos meses en la Costa del Sol, perpetrados por pistoleros a sueldo contratados para ejecutar asesinatos. Trabajaban para el que mejor les pagara. Según ha confirmado la Policía a El Faro, han sido “diversos” los homicidios que se habían ido produciendo en la Costa del Sol, investigándolos todos ellos hasta llegar a la detención de este grupo que, de momento, tiene relación con el crimen de ‘Zocato’ y con el de otro hombre que fue asesinado cuando salía de una iglesia en Marbella, donde se había celebrado la comunión de su hija. Lo que no se ha concretado es quién de esos detenidos puede ser el sicario que asesinó a balazos al ceutí, que recibió varios impactos. En esta operación el CNP ha contado con apoyo de la Policía de Suecia, ya que varios de los arrestados son extranjeros, actuándose a la vez en Malmö (Suecia) y la provincia de Málaga. Los detenidos, entre los que hay dos mujeres y de los que varios están ya en prisión, son considerados presuntos responsables de los delitos de asesinato, pertenencia a organización criminal y falsedad documental. Según la Policía, los investigados perpetraban los asesinatos por encargo utilizando para sus fines armas de fuego, habiéndose intervenido un chaleco antibalas, un cinturón con funda de pistola, una pistola eléctrica, equipos informáticos, sprays de defensa personal, 11 teléfonos móviles, 4.165 euros en efectivo, prendas de vestir relacionadas con los hechos investigados, tres relojes de gama alta –uno de ellos de oro y diamantes valorado en casi un cuarto de millón de euros-. La investigación comenzó el pasado día 25 de marzo, tras el robo de un vehículo todoterreno y su posterior utilización en el incendio de un gimnasio en Marbella, propiedad de una persona relacionada con el tráfico de estupefacientes en la zona. Ese mismo día, presumiblemente, los mismos autores trataron de incendiar un chiringuito en Estepona, no lográndolo en esa ocasión pero consumando los daños dos semanas más tarde. Este establecimiento pertenecía a otro conocido traficante del que se tenía conocimiento que habría realizado operaciones ilícitas asociado al perjudicado del primer incendio. Las investigaciones de los hechos apuntaban a que la autoría material correspondería a una organización de sicarios liderada por dos parejas de hermanos.