La Policía dice que el Príncipe es más seguro que el resto de Ceuta

Lo dice la Policía Nacional. La tasa de criminalidad en las dos barriadas del Príncipe es inferior a la que se da en el resto del territorio de la ciudad. Así, como lo leen. El temido barrio del Príncipe, aquel que Carracao quería convertir en foco turístico y sobre el que ha puesto todas sus esperanzas el Comisionado Sur de Sevilla, va a resultar siendo uno de los barrios menos problemáticos a ojos de las estadísticas policiales.
Así quedó concretado en un informe hecho por la Jefatura Superior a solicitud del anterior delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, y que ahora guarda en su carpeta el relevo, González Pérez. En el documento oficial, realizado por la propia cúpula policial, se viene a desmitificar esa visión negra que se tiene de la barriada y que incluso los propios dirigentes de la asociación de vecinos han negado. Según el informe al que ha tenido acceso ‘El Faro’, “la tasa de criminalidad en las dos barriadas del Príncipe está 8,66 puntos por debajo de la media de Ceuta, es decir, se cometen menos delitos y faltas que en el resto del territorio de Ceuta”. Esto es lo que dice la Policía, que atribuye el sentir general de la población hacia la barriada e incluso el mediático en una mera “sensación subjetiva de inseguridad”.
Antes de que les llamen locos, los mandos del Cuerpo Nacional de Policía ponen por delante a modo de escudo protector las estadísticas policiales. Datos calculados que ayudan a arrojar dicha conclusión. El índice de criminalidad en las barriadas del Príncipe se cifra en un 53,81% mientras que en el resto es de un 62,48. Se produce, porcentualmente, un 13,86% menos de infracciones en los Príncipes que en el resto de Ceuta. “En tanto por ciento, en estas dos barriadas el número de delitos y faltas es un 13,86% inferior a la media de Ceuta. Es por lo tanto, un territorio más seguro que la media de Ceuta”, asevera la Policía.
Unas conclusiones difíciles de entender si nos basamos en nuestro análisis en el matiz de los sucesos. Es decir, si analizamos las características de los mismos: apedreamientos, tiroteos o tráfico de drogas. Pero eso no se analiza en este documento sino que se trabaja es sobre un volcado de cifras, tantos por ciento y análisis estadísticos.
En dicho informe la Policía lleva a cabo varias comparativas teniendo en cuenta los supuestos policiales más frecuentes. Es, por ejemplo, el caso de los robos de vehículos sin intimidación, las sustracciones en el interior de los vehículos o las denuncias por robo con fuerza.
En el primero de los casos es el único en el que el Príncipe tiene un tanto por ciento de casos mayor. Así mientras que en el Príncipe la tasa es del 10,59% en el resto de la ciudad es menor, un 6,17, registrándose una desviación de 4,32 puntos, lo que nos haría concluir que en el Príncipe roban más vehículos que en el resto de Ceuta.
Para hasta para esto tiene la Policía su explicación. Explican que detrás de los robos de coches hay muchas razones que tienen que ver con la proximidad de la barriada a Marruecos. Por ejemplo  el hecho de que la venta de dichos vehículos con más de diez años no tienen cotización en Ceuta pero sí son muy apreciados en Marruecos, donde se venden sin que el propietario lo haya exportado legalmente. “Ante la necesidad de darle de baja en la Jefatura de Tráfico para no tener que pagar el correspondiente impuesto, el propietario suele denunciar su robo”, señala la Policía. También se denuncia el robo cuando el propietario quiere dar de baja un coche que ha sido abandonado en la vía pública “hasta su desguace por personas que se dedican a ello procedentes de Marruecos, llevarlo al desguace tiene un coste importante en traslado y derechos de descontaminación, así que optan por presentar una denuncia (falsa) por robo”, concluyen.
En el caso de los demás supuestos policiales más frecuentes, el Príncipe alcanzaría una tasa menor que la del resto de la ciudad. ¿Qué sucede con las denuncias por sustracción en el interior de coches? Que en el Príncipe se producen un 4,08 por ciento menos que en el resto de la ciudad. ¿Y en el caso de los robos con fuerza? La desviación es de un 1,66 puntos menos en el Príncipe que en el resto.
“Como se puede comprobar con datos objetivos”, advierte la Jefatura Superior, “salvo el número de denuncias por robo de vehículos, el resto de infracciones frecuentes (sustracción en el interior de vehículos y robos con fuerza en establecimientos y domicilios) son mínimos proporcionalmente en relación con el total de los robos que se denuncian en el resto de la ciudad”.
Haciendo la ‘cuenta de la vieja’, de las casi 1.500 personas que residen en el Príncipe, tan sólo un mínimo tanto por ciento podría estar relacionado con actividades delincuenciales ya que las estadísticas juegan a favor de los vecinos.

Una unidad policial apedreada tras perseguir a un motorista

Y mientras se conoce el contenido del informe, siguen produciéndose sucesos en los que las huidas de individuos que escapan de la Policía hacia el Príncipe termina provocando que grupos de menores lancen piedras. Y así ocurrió ayer tarde, cuando un joven que circulaba en una moto de campo escapó de la Policía y se dio a la fuga en dirección a la barriada. Unidades de la Policía Nacional le siguieron y se toparon con las piedras lanzadas por algunos grupos de menores. Una furgoneta policial terminó siendo dañada por el lanzamiento continuado. El altercado duró aproximadamente una hora. Los vecinos mantienen que detrás de este tipo de sucesos están un grupo muy reducido de personas que son las que terminan provocando que exista una imagen mediática más negativa de la barriada. Consideran que puede haber unas 200 personas relacionadas con este tipo de altercados u otros, dentro de una bolsa de más de 10.000 habitantes que residen ya en los dos Príncipes. Consideran que la alarma es irreal y que hay que ayudar a normalizar la presencia policial en el barrio.

Un rechazo, ¿con caducidad?

Las pintadas son el reflejo de lo que algunos piensan y, son también, la manera de meter miedo a los que, sin pensar lo mismo no se atreven a imponerse al resto. Así que las advertencias y las leyendas que intentan imperar por la fuerza han ido cogiendo cada vez más fuerza y presencia en el Príncipe. Y lo han hecho a través de los murales de sus viviendas, de los colegios o de los edificios oficiales. Son mensajes directos a la misma Policía que considera, en informes oficiales, que el Príncipe es más seguro que el resto de Ceuta. Son mensajes directos a las unidades que suben más a menudo a la zona, como es el caso de la UPR o los dirigidos hacia la unidad de Valencia que ya ni siquiera está en Ceuta.
La cuestión es si ese rechazo que es reflejado por un sector directo que no quiere la presencia policial tendrá fecha de caducidad o no. El interés de la Delegación del Gobierno bajo mandato de González Pérez es normalizar la situación que ahora no lo es. Esto supone que tener patrullas de fuerzas de seguridad por la barriada sea algo normal, y también que las haya de manera permanente y no de forma aleatoria. Intentar que las fuerzas policiales sean entendidas como cercanas y no como fuerzas represores se presenta como trabajo complicado en un Príncipe que, en materia de seguridad, ha visto como se ha ido permitiendo un abandono. Primero con la marcha de la Policía Nacional, con los militares y finalmente con la Guardia Civil. Los proyectos de construcción de comisaría siempre se han ido desplazando, hasta la última propuesta ofertada por la Ciudad a la Delegación que, tras su aprobación plenaria, fue remitida a la Secretaría de Estado de Interior. Ahora con los cambios políticos en el poder y la crisis económica, puede que hasta el proyecto se haya quedado encerrado en un cajón sin posibilidad de salir adelante.