La pobreza en estadísticas

La cifra la daba a conocer ayer el llamado EAPN, que es una red europea  de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Más de 29.000 ceutíes se encuentran en riesgo de pobreza, dice. O sea, un 37,7% de la población, lo que nos sitúa en la segunda comunidad del país con peor tasa después de Extremadura. Si una lee este balance real (por mucho que luego nos quieran vender eso de que las estadísticas son falsas) y luego lee el anuncio de Márquez para meter tijeretazos en algunas áreas, no puede más que pensar que este mundo no funciona. Tenemos cada vez más gente pobre, al igual que super anuncios politizados en los que se nos ‘vende’ más y más recortes. ¿Pero cuánto hay que recortar para que la cuenta de pobreza se frene? O alguien está haciendo muy mal su trabajo o existe alguna vía de escape en la que no hemos pensado.
La llamada EAPN muestra su preocupación por lo que está pasando en todo el país mientras la sociedad, adormecida, asiste a un época de plegarias en las que se repite hasta la extenuación eso de que ‘la cosa no puede ir a peor’. Los falsos gurús se nos aparecen, aumentan los compro oro, los contratos basura, las presiones consentidas, las amenazas permitidas y las brutales estadísticas que nos escupen cada mes eso de que somos más pobres y los políticos más listos porque buscando el recorte nos devolverán los tiempos placenteros.
¿Será que no recortan donde deben? o ¿será que esos recortes no son más que tijeretazos en gastos que eran insultantes? Porque quizá hayamos llegado a un momento en el que habrá que reconocer qué se estaba haciendo con el dinero de todos los contribuyentes, habrá que preguntarse cuántos millones se estaban tirando al cubo de la basura porque a nuestros queridos gobernantes se les ocurría hacerlo.
“Es necesaria una profunda transformación de las políticas sociales en España”, dice la EAPN. ¿A dónde se nos ha conducido, quién es responsable de toda esta situación? Si hablamos de necesaria transformación de las políticas sociales quizá habrá que hablar sobre esa política del clientelismo político o del pago, vía subvenciones, a las entidades que nos han prestado su favoritismo. ¿Por qué organismos como la EAPN no son valientes y llaman a sus recomendaciones como deben? La clase política se ha aprovechado durante años de una bonanza económica para su interés, distribuyendo subvenciones a entidades que las manejaban a su antojo y cobraban a final de mes sus importantes ‘apoyos de la administración amiga’ simplemente por tocar una corneta cada viernes en la plaza mayor.
Cuando las vacas comienzan a ser famélicas nos asustamos, sacamos las tijeras y anunciamos medidas que ¿mejorarán la situación?, ¿pero cuál de ellas, la correspondiente a las estadísticas que maneja la clase política o la que se corresponde con esos más de 29.000 ceutíes que a duras penas llegan a final de mes?