Ceuta posee un litoral muy rico y variado en cuanto a especies y hábitats, sin embargo toda esta profusión de vida no está exenta de impactos negativos. Hoy deseamos comentar algunas alteraciones que venimos sufriendo debido a una pesca deportiva malentendida y a la mentalidad de algunos pescadores que no comprenden la escala de nuestro medio marino. Los argumentos que en otras ocasiones hemos expuesto los volvemos a reiterar en estas líneas, dejando muy claro nuestra iniciativa de comenzar una campaña para impedir que se continúe con la situación de impunidad en relación a las capturas de pesca deportiva. La agenda 21 de Ceuta contempla, entre otras muchas cuestiones, la ordenación de nuestro litoral que, como todo aquello que emana de la filosofía de este programa, debe buscar un amplio marco de consenso ciudadano. El proyecto de ordenación del litoral deberá recoger todas las sensibilidades, y ser un árbitro esencial que genere un gran acuerdo colectivo que normalice los hábitos pesqueros, así como todas las demás actividades recreativas y profesionales que se realizan en nuestras aguas. La cuestión de la escala es esencial para comprender nuestra posición al respecto de abogar por una protección extensa de las aguas ceutíes. La pesca deportiva es, entre otros muchos, uno de los alicientes con los que se quiere impulsar el turismo náutico en nuestra ciudad, sin embargo la política errática y con escasa convicción que se lleva a cabo sobre el turismo hace que las cosas continúen como están. En primer lugar, hay que aclarar que el furtivismo pesquero disfrazado de pesca deportiva es una de las realidades palpables en nuestra bonita y marinera ciudad. Conocer este hecho es fundamental para invertir el perverso devenir que impacta nuestro litoral. Vaya por delante que nosotros no demonizamos a los pescadores deportivos por los que sentimos en algunos casos una gran admiración personal, pero esto no es óbice para que comencemos entre todos a entendernos y a mejorar la conservación de nuestro espacio litoral y en especial el espacio marino protegido LICES6310002 situado alrededor del promontorio del Monte Hacho. Durante el último consejo sectorial de medio ambiente le hicimos un primer comentario al actual consejero del área, quien entendió nuestro malestar y las repercusiones negativas de una pesca deportiva sin la suficiente ordenación en manos de normas desfasadas que no responden a las necesidades del presente. La pesca debe estar bien ordenada para que otras actividades, como el buceo deportivo, por cierto otro de los buques insignias de nuestra estación náutica, puedan brillar con luz propia. La desaparición de un número excesivo de predadores repercute en las actividades lúdicas de buceo deportivo y turístico, ya que desaparecen atractivos naturales tan importantes como son la observación de meros, abadejos y samas roqueras. Acordar entre todos los implicados en la pesca deportiva las capturas y los lugares donde capturar son aspectos esenciales de cualquier plan de ordenación del litoral que se precie un mínimo. Y es en este punto donde volvemos a introducir la cuestión de la escala y por lo tanto la presión pesquera adecuada que se debe ejercer sobre el medio para que este pueda responder a todas las expectativas ciudadanas. Nuestro litoral es reducido si lo comparamos con cualquier comunidad autónoma y, por lo tanto, no podemos exponerlo a ciertas actividades intensivas (debido al escaso territorio y a la cercanía de Marruecos) de pesca deportiva, que van a concentrar competidores durante unos días determinados al año. De la misma forma tampoco podemos privar a los pescadores deportivos del derecho a realizar su actividad lúdica favorita y poder disfrutar de una buena jornada pesquera. Lo único que se puede hacer, con buen sentido, es limitar el número de participantes en determinados eventos y, sobre todo, no dejar disponible todos los lugares para la pesca. Un ejemplo, pero no es el único ni mucho menos, de otros casos ya trataremos más adelante, es el concurso de pesca submarina que se realiza en el mes de diciembre y donde acuden pescadores de toda España a competir con nuestros pescadores submarinos. Un torneo de pesca puede ser un evento de interés turístico para la ciudad, y por lo tanto no debe impedirse, siempre que previamente se ordene de una manera razonable. Para nosotros lo razonable es permitir un número limitado de pescadores submarinos y dejar fuera el ámbito del concurso el espacio protegido por la Unión Europea LICES631002. Esto ya se lo hemos expresado en alguna ocasión a los organizadores del evento pero realmente no se dejan influir por nuestros criterios y argumentan que debido a unos días de concurso la pesca litoral no sufre excesivamente y además las capturas van a parar a un fin benéfico. Nuestro punto de vista es diferente y no queremos impedir que se realice semejante actividad pero si entendemos que esta debe regularse adecuadamente conforme al tamaño de nuestro litoral y al esfuerzo pesquero que este puede soportar. Por lo tanto, decimos claramente que no a un concurso con semejante número de pescadores submarinos en un litoral reducido y que no a ese mismo concurso si se desarrolla dentro de la zona protegida y así lo defenderemos a partir de este momento ante el actual representante de la Consejería de Medioambiente, y si es preciso ante la UE.
Otras modalidades pesqueras deportivas, están también viciadas desde hace tiempo por la ausencia de control necesario. Y es que algunos están obteniendo un beneficio extra por depredar el litoral y explotar “deportivamente” especies que luego venden de manera fraudulenta en determinados establecimientos. Hay personas que, además de tener un buen sueldo están pescando para tener más beneficios económicos guiados por la simple codicia y nos están hurtando a los demás el poder disfrutar de una parte interesante de nuestro patrimonio natural marino. Algunas actividades, como la extracción de pequeñas cantidades de coral rojo entran dentro del ámbito de la ilegalidad más flagrante y todavía se siguen produciendo en Ceuta. Por todo ello, necesitamos con mayor urgencia que en otras ocasiones comenzar con la ordenación de nuestro litoral y con la persecución de los infractores de las normas que se establezcan dentro del marco legal estatal y autónomico.