La Pepa del 12 y la del estanco

El establecimiento de O’Donnell vendió dos fracciones del 8.128, un quinto premio en el año que anticipa los fastos de la Constitución de 1812 y el bicentenario del Gordo

Instituido el mismo año de la Constitución de 1812, el Gordo todavía no ha encontrado en Ceuta su afortunado. Ayer tampoco hubo premio gordo. Sin embargo, casi doscientos años después de ‘La Pepa’, ha sido otra Pepa, Josefa Andrade, la ceutí que ha vendido las dos fracciones del quinto premio en su estanco de la Avenida Gregorio Marañón, demostrándose así que las conmemoraciones con números redondos tienen una utilidad más allá del redondeo de titulares o la publicación de libros laudatorios.

Que el poseedor del 8.128, uno de los números apellidado ayer como quinto premio, se llame Pepa, Pepe , Mohamed o Fatima es algo que al cierre de esta edición aún se desconocía. El barrio de O’Donnell era ayer un hervidero de vecinos buscando al premiado.  Los 12.000 euros a los que dan derecho las dos fracciones adquiridas en el receptor mixto del estanco ceutí tampoco dan para hacer como hizo aquel Curro del Caribe. Quizá no alcancen ni para tapar las goteras. Pese a todo, el autor no volvió a pisar el escenario del premio, esa especie de crimen para los inspectores de Hacienda más escrupulosos.

Aunque algunos vecinos apuntaban nombres, los disparos a discreción tenían la precisión de una escopetilla de feria. Ni Pepe, ni Curro ni Juan, pese a que a este último fue señalado en el barrio con varias papeletas. Era el bar Viuda e Hijos de Juan Arroyo, justo enfrente del estanco donde cierto día salieron 12.000 euros estampados en dos fracciones andantes. “Me han llamado del Ayuntamiento, que si era yo quien distribuía los billetes de lotería. Y yo lo único que distribuyo, les he contestado, es vino y cerveza”, declaró Juan, propietario de este espirituoso establecimiento de  O’Donnell.

Apenas habían pasado las 10:15 de la mañana cuando retumbó el 8.128 en los altavoces de las televisiones de medio país. Ayer no existió la otra España: nadie hablaba de la composición del nuevo Gobierno. Los únicos gritos a esas horas de la mañana eran las atipladas de los niños de San Ildefonso. Las discusiones de las cuotas femeninas del Ejecutivo fueron ayer silenciadas por las expectaciones del Gordo, ese premio políticamente incorrecto que aún no conoce acciones de discriminación positiva. “Mi lotería es la que no me he gastado en los últimos 40 años”, declaró un vecino que subía en dirección a la rotonda del Morro.

De la praxis a la teoría pasando por los pelos. Es lo que le contaba la estanquera Andrade a uno de sus clientes a media mañana. “Se lo decía a mi marido. ¿Y si toca? Al final ni siquiera he ido a la peluquería y ya he debido salir en todas las televisiones”. Así fue. TVE, Ceuta Televisión y un equipo de Andalucía Directo preparaban sus respectivas  coberturas.  “Entramos en directo”, explicaba un periodista llegado de Sevilla para la ocasión. El directo más oportuno, en cambio, era el de un cliente marroquí. “Se dedica a sellar las quinielas, las primitivas y las loterías de los vecinos de Castillejos a cambio de un dinero”, explicaba Andrade. “Pues claro que es posible, por tanto, que el premiado esté en Marruecos”, agregó la estanquera.

A falta de un galardonado concreto, la inconcreción procedía de los vecinos que se iban arremolinando en forma de goteo a las inmediaciones del estanco. Una vecina mostraba a la cámara una original cesta de navidad. Otro aseguraba que había comprado en La Manolita de la Puerta del Sol los 46, 58 y 99, los números correspondientes a los dorsales de Rossi, Simoncelli y Lorenzo. “Tuve que esperar cuatro horas para comprarlos”, asguraba Alberto, militar destinado en la capital que se hizo con los cuatro décimos hace dos semanas.

El quinto premio vendido en Ceuta ha quedado más desperdigado que los profesionales sanitarios del Hospital Militar, cerrado justo en el preámbulo de los fastos de la Constitución de 1812: Valladolid, Bilbao, Toledo, Casteldefells, Elche, Valencia, Salamanca, Blanes o Castellón, por citar solo unos cuantos. Con todo, y por eso del redondeo de las fechas, el azar quiso ayer que el protagonismo del 8.128 se lo hayan llevado dos ciudades estrellas en la película de héroes y villanos que fue la Guerra de la Indenpendencia, con La Pepa gaditana como culmen. La goyesca Madrid acumuló hasta 12 décimos premiados. Barbate, Jerez, Barbate y Chiclana otorgaron a Cádiz la segunda en importancia. Claro que Ceuta, en 1812, también era órbita de la revolución gaditana.

Ceuta y Melilla, donde menos dinero se gasta en el Gordo
Según datos de Loterías y Apuestas del Estado, el gasto medio por ceutí en 2011 ha sido de 14,6 euros. Muy por debajo del gasto medio nacional, que alcanzó los 56,8 euros, las cifras de gasto en Ceuta es la menor de España, siendo únicamente superior al gasto por habitante de los melillenses (14,02 euros).
Con todo, entre los registros hechos públicos por el organismo estatal cabe destacar que el incremento del gasto de los ceutíes en llos billetes del sorteo celebrado ayer se situó, con un 6,7%, como el más acusado de todas las provincias españolas. Pero no hubo suerte pues Ceuta sigue siendo una de las siete provincias españolas en las que nunca ha tocado el Gordo junto a las de Ávila, Huelva, Melilla, Salamanca, Tarragona y Zamora.

Tras 200 sorteos solo dos números repitieron como ganadores
Desde que en el año 1812 se celebró el primer sorteo de Navidad, el ‘5’ ha sido la terminación más repetida. Los bombos han arrojado números acabados en esa cifra en 32 ocasiones, informó ayer EFE. Por el contrario, el menos repetido ha sido el ‘1’, que sólo ha salido en ocho ocasiones, seguido del ‘2’, una terminación que se ha reiterado en trece ocasiones. Han sido hasta la fecha un total de 200 sorteos, pero de 201 ‘gordos’, porque en el año 1837 hubo dos primeros premios, según los datos facilitados por Loterías y Apuestas del Estado, de los que se desprende además que sólo se han repetido dos números a lo largo de esa historia de doscientos años. Se trata del 15.640, agraciado en los años 1956 y 1978, y del 20.297, que repitió en los años 1903 y 2006.