La ONG Enfermos Sin Fronteras se ocupa de su caso desde hace años. Otros continúan en lista de espera.
Marwa Trifes, la pequeña de casi cuatro años que tenía un meningocele –protrusión de las meninges a través de un defecto óseo que forma un quiste–, superó con éxito la delicada operación a la que fue sometida hace escasos días en el Hospital Materno-Infantil de Málaga. La niña, junto a su madre, continúa en la capital de la Costa del Sol donde espera la revisión tras la cual está previsto que reciba el alta y pueda volver a casa, en la vecina Castillejos.
Después de ocho horas en quirófano, la niña se recupera favorablemente hasta el punto de “asombrar” al equipo médico ya que progresa “a gran velocidad: habló, se levantó y caminó” tras la intervención, explicaron las personas que han hecho posible que su mejoría sea “una realidad” y, hoy, la pequeña vuelva a sonreír.
La ONG Enfermos Sin Fronteras, la asociación sin ánimo de lucro dedicada a enfermos y personas necesitadas, se ha ocupado del caso de Marwa desde hace casi tres años, señalaron el presidente de la entidad, Mohamed Ali-Chergui, y Fatima Sohra Abdeselam Mustafa, la secretaria de la misma.
La operación estuvo financiada mediante los fondos de Cooperación Internacional de la Junta de Andalucía para menores de hasta 14 años que no pueden recibir tratamiento en sus países de origen –como es el caso de Marruecos–. El resto de gastos –de la gestión del visado al viaje– fueron sufragados por Enfermos Sin Fronteras y la voluntad de “todos aquellos que han aportado su granito de arena”, a los que agradeció que depositen su “confianza” en ellos.
La ONG ceutí tiene otros casos como el de Marwa pendientes de operación a través de este resorte en la autonomía vecina. Uno de ellos es el de Adam, de dos años y medio, con un meningocele en la espalda que le impide articular palabra, andar y le obliga a estar todo el día tendido de costado.
Mujeres Solidarias
La niña recientemente operada ha estado acompañada en todo momento en Málaga por Mariviti Rodríguez, presidenta de Mujeres Solidarias de Málaga, a quien la asociación local le está profundamente agradecida. Los activistas reflexionaron acerca de la “alegría y satisfacción” que les proporcionan casos como el de Marwa o Niza que, al salir adelante, compensan ya que otros niños se quedan en el camino y, muchas veces, reconocieron, estas pérdidas minan sus ánimos. Mientras Marwa regresa a casa, Enfermos Sin Fronteras continúa con su trabajo a ambos lados de la frontera.