“No me lo creo todavía”, eran las palabras de Yamal Mohamed, de 34 años, una hora después de que le contaran que había repartido 10 cupones de fin de semana premiados con el número 16.295 en el sorteo del pasado sábado.
En total, 250.000 euros fueron a parar a Ceuta de manos de este vendedor de la ONCE.
“Anima a seguir vendiendo, porque llevo en la empresa desde 1994 y hasta ahora lo más que había dado era 200 euros. Muchas veces me quedé a falta del primer o del último número, y me daba rabia. La gente me lo echaba en cara, y yo les decía que es la ONCE la que da, pero siempre quise repartir algún premio”, aseguró el vendedor, que se mostró tan feliz como si esos miles de euros hubieran ido a parar a su cuenta corriente. Habitualmente, Mohamed vende en la calle, en la avenida Virgen del Carmen, pero estos días atiende el kiosko situado en la confluencia entre las calles Real y Echegaray.
De lo que el vendedor no tiene ni idea es de quiénes fueron los afortunados que ganaron cada uno, como mucho, 25.000 euros. Eso sí, expresó su deseo de que hayan ido a parar “a quien más lo necesite”. Mohamed también aseguró que, si alguien de los afortunados quisiera agradecérselo con una parte del premio, “lo rechazaría”.
Mohamed, además de vender cupones, trabaja en la sección de deportes de la ONCE de Ceuta en la sección infantil.
“No me lo creo todavía”, eran las palabras de Yamal Mohamed, de 34 años, una hora después de que le contaran que había repartido 10 cupones de fin de semana premiados con el número 16.295 en el sorteo del pasado sábado. En total, 250.000 euros fueron a parar a Ceuta de manos de este vendedor de la ONCE.“Anima a seguir vendiendo, porque llevo en la empresa desde 1994 y hasta ahora lo más que había dado era 200 euros. Muchas veces me quedé a falta del primer o del último número, y me daba rabia. La gente me lo echaba en cara, y yo les decía que es la ONCE la que da, pero siempre quise repartir algún premio”, aseguró el vendedor, que se mostró tan feliz como si esos miles de euros hubieran ido a parar a su cuenta corriente. Habitualmente, Mohamed vende en la calle, en la avenida Virgen del Carmen, pero estos días atiende el kiosko situado en la confluencia entre las calles Real y Echegaray.De lo que el vendedor no tiene ni idea es de quiénes fueron los afortunados que ganaron cada uno, como mucho, 25.000 euros. Eso sí, expresó su deseo de que hayan ido a parar “a quien más lo necesite”. Mohamed también aseguró que, si alguien de los afortunados quisiera agradecérselo con una parte del premio, “lo rechazaría”.Mohamed, además de vender cupones, trabaja en la sección de deportes de la ONCE de Ceuta en la sección infantil.