Tras abandonar el pleno, después de una Ejecutiva que no ha quedado clara ni con el envío de una nota de prensa, el PSOE sigue sin aclararse sobre qué piensa hacer en la próxima sesión plenaria. Piden a Vivas que actúe cuando éste no lo hizo públicamente, esperan de él algo así como la escenificación de la riña del maestro de escuela al alumno rebelde que nunca pudo domar... Y mientras son incapaces, una semana después, de hablar claro ante los medios de comunicación para concretar cuál será su postura de aquí en adelante. Esto no es un juego en el que los demás tengamos que estar atentos al factor sorpresa que se saquen de la manga para conocer hasta qué nivel ha llegado el enfado. Se trata sencillamente de exponer (tiempo ha habido) de qué forma piensan plantear su actividad parlamentaria si es que saben la forma de presionar y están unidos para hacerlo. Y eso todavía no lo sabemos, creo que ellos tampoco y juegan a marear la perdiz ante la prensa.
Todo lo demás para nada sirve más allá de para sentir cierta lástima por la poco capacidad de convicción y firmeza que se ha demostrado hasta la fecha. Llega a ser la situación tan esperpéntica que pareciera como si tuvieran miedo a dejar clara su postura, a arropar a su diputada y a motivar una declaración que sirva para algo más que marear al personal.
¿Entienden lo ocurrido y saben cómo lo ha entendido el PP? No habría nada que debatir, ni estudiar, ni consensuar si realmente supieran en qué terreno se mueven.