Todavía no se ha arreglado el que se averió tras un incendio accidental.
La no operatividad de uno de los hornos crematorios del cementerio, debido a un incendio que se produjo hace más de un mes, impidió ayer que pudiera desarrollarse una de las incineraciones solicitadas. El único horno que funciona es el más antiguo, se encuentra en tan mal estado que no puede prestar más de un servicio al día ya que, de lo contrario, se corre el riesgo de que también quede anulado. La Ciudad ya anunció en Semana Santa que el arreglo del horno siniestrado había salido a licitación y que ya había sido adjudicado. Al parecer la tardanza en la llegada de unas piezas de la península ha provocado que todavía no se hayan acometido los trabajos de arreglo, así que se mantiene una merma en el servicio que incide directamente en el ciudadano. Ayer pasó lo que hacía semanas se temía, que dos familias reclamaron en el mismo día recibir este servicio para sus fallecidos. Solo se pudo atender la petición de uno.
Al margen del accidente ocurrido, desde hace tiempo se llevaba denunciando el mal estado de los hornos del cementerio. No es algo nuevo ni desconocido ya que se han hecho públicas cuantiosas quejas de familias afectadas por la mala recepción de este servicio o por el riesgo a no recibirlo debido al estado en que se encuentran las instalaciones, quejas que deben ser conocidas por Sanidad.
El horno que resultó afectado por las llamas era, precisamente, el que mejor servicio prestaba, con todas las garantías debidas.