Se dice. a veces. que se tiene la mente en blanco, completamente vacía, incapaz de considerar asuntos pendientes y hasta puede que alguno de ellos sea sumamente importante. En algún examen alguien puede decir que una determinada pregunta la dejó sin contestar porque se le quedó la mente en blanco. Es verdad, no se supo contestar pero la mente seguía pensando aunque tal vez en otras cosas, porque la mente no descansa. Lo que necesita son cuestiones en las que cree que debe pensar. De éstas hay una infinidad.
En estos días se nos ofrecen - por los medios de comunicación - imágenes de playas cuajadas de personas que toman el sol antes de entrar en el agua para refrescarse. Puede que los pensamientos de todas esas personas sean de satisfacción por encontrarse allí. pero también hay quienes pueden pensar que esas playas han perdido el encanto de la soledad en un atardecer otoñal, que llena la necesidad que el ser humano tiene de pensar en cuestiones trascendentes al amparo de la belleza de una puesta de sol en un horizonte de mar abierta.
Es cierto que estamos padeciendo una fuerte presión internacional debido a la postura de Grecia ante Europa. Esa presión se traduce en fuerte agobio del pensamiento, por los desajustes que se están padeciendo y el ser humano debe buscar la paz para su mente, la tranquilidad para pensar el alguna de las numerosas cuestiones que traen consigo la paz del alma. El ser humano necesita paz para que su actuación en la vida - cualquiera que sea la modalidad de ésta - pueda crear un necesario ambiente se serenidad y de confianza general.
El ser humano debe volver su mente, continuamente, hacia su alma para que sus pasos en la vida lleguen a ser lo que deben ser. Han de marcar un camino de paz para todo el mundo. pues éste lo necesita seriamente. No se debe vivir bajo la sombra del temor y de la irresponsabilidad de quienes sólo piensan en su beneficio personal. El ser humano tiene la obligación de pensar para llevar el bien y la paz a los demás. Esa necesidad se ha de anteponer a cualquier otra cuestión. El ser humano necesita pensar con serenidad, paz y amor a la humanidad.
Mujer u hombre, quienquiera que seas y que tenemos la responsabilidad de encontrar las vías necesarias para que la paz y el amor del alma sean el ambiente fundamental de las relaciones humanas; conviene que pienses en los demás: Es una necesidad fundamental la de pensar con serenidad y amor. Busca un rato de soledad para tu persona y eleva tu mente al Creador de nuestras almas para mostrarle tus inquietudes, tus temores y también tus ilusiones. Tendrás paz para tu alma y para darla a los demás: la necesitamos.