La mujer de ‘Tafa Sodia’ reconoce por foto al segundo autor de los disparos

La Policía busca a un individuo de unos 25 años de edad, de complexión gruesa, pelo corto y oscuro y unos 1,70 metros de altura

La Policía Nacional busca a un hombre de unos 25 años que ha sido reconocido por la mujer de Mustafa Ahmed Abdeselam ‘Tafa Sodia’ como el segundo autor de los disparos que acabaron con la vida de su marido la madrugada del 17 de julio en el Paseo de La Marina. Esta búsqueda se inició a finales de septiembre, cuando más de dos meses después del asesinato, la mujer del fallecido acudió a dependencias policiales a comunicar que se encontraba en disposición de identificar mediante fotografías al segundo autor de los disparos.
Tras visualizar los diferentes álbumes fotográficos de reseñas de detenidos contenidos en los archivos informáticos del Cuerpo Nacional de Policía reconoció “sin ningún género de dudas ni error posible” a una persona como “el individuo que disparó varias veces a su marido Mustafa y que venía por delante de ellos, llegando éste a permanecer unos segundos junto a su marido cuando se encontraba en el suelo; que esta persona es de aproximadamente unos 25 años de edad, complexión gruesa, mide en torno a 1,70 metros de altura, llevaba pelo corto y oscuro y vestía con ropa oscura, siendo la primera vez que veía a esta persona; y que  tras los hechos esta persona huyó en dirección opuesta al antiguo hospital”, según indican las diligencias del caso a las que ha tenido acceso El Faro, que ya no son secretas desde el pasado septiembre.
En estas diligencias, la UDYCO-Crimen Organizado reconocía que todas las investigaciones llevadas a cabo para la determinación de la identidad del segundo autor material de los hechos habían resultado “infructuosas”, ya que hasta la fecha no había testigo presencial alguno que pudiera identificarlo.
La mujer de ‘Tafa Sodia’ señaló a esta persona como uno de los dos individuos que acabaron con la vida de su marido la madrugada del 17 de julio. En la inspección del cadáver se observaron dos heridas de bala en la zona abdominal, una cerca del hombro izquierdo, otra cerca del derecho, otros dos impactos de bala detrás de la cabeza, dos en su costado, dos más en el hombro y uno en el brazo izquierdo. Un total de once impactos de bala que acabaron con su vida.
Una persona que se encontraba sentada en un muro frente al puesto de feria –mirando hacia este y dejando atrás la carretera–  situado en el lugar de los hechos ofreció a la Policía Nacional el relato de los hechos. Es el testigo protegido número 1. En su declaración en dependencias policiales la misma madrugada del crimen, explicó que observó que una pareja pasaba delante de él en dirección al McDonald’s y detrás de ésta pudo ver que un hombre se dirigía corriendo hacia la misma “con una pistola de color plateado brillante pequeña en su mano derecha y que a muy escasa distancia del varón y de la mujer, a unos centímetros, dispara contra el hombre a la nuca, cree  recordar que tres disparos”.
En su declaración añadió que antes de que la víctima cayera al suelo, “otro individuo que estaba situado frente a la persona tiroteada, a unos tres o cuatro metros, dispara una vez hacia él con un arma, impactándole la bala; que no pudo ver ni de qué arma se trataba ni del color de ésta”. Cuando la víctima estaba en el suelo –continuó– “los dos individuos hicieron más disparos, cree que dos o tres”.
El testigo protegido número 1 dijo estar seguro de que tras los primeros disparos, el segundo autor de los tiros “salió de entre los coches que estaban aparcados en la carretera de La  Marina, saliendo esta persona andando de forma rápida”. Tras efectuar los disparos, ambos autores huyeron corriendo del lugar por la calle La Legión, tal y como indicó este testigo, que está seguro de que los autores “habían planeado bien los hechos porque actuaron de forma rápida y no hablaron entre ellos”.
Esta persona también aportó las características físicas y de vestimenta de los dos autores de los hechos. En cuanto al primero, dijo que tiene “un metro setenta y pocos centímetros de estatura, de complexión delgada tirando a muy delgado, pelo negro y corto, barba muy corta y desarreglada, color de cara morena, pómulos metidos hacia adentro, raza árabe, que no es de Marruecos por la forma de vestir y por el atrevimiento en hacer lo que hizo; iba vestido con camiseta de color negra, pantalón corto pirata por debajo de la rodilla de color azul oscuro, recordando que corría de una forma un tanto extraña, es decir, descoordinada”. Del segundo apuntó que es “un poco más bajo que el anterior, complexión gordita, pelo negro corto con rizos que sobresalen por la parte trasera y que llevaba camiseta negra”, sin recordar qué más prendas vestía.
El testigo protegido número 1 dijo en las dependencias policiales que podría reconocer “sin ningún género de dudas ni error posible tanto en fotografía como en persona” al primero de los autores de los disparos dado que le vio “perfectamente” la cara, mientras que al segundo “no cree dado que lo vio de costado”. Tras una rueda de reconocimiento, apuntó a ‘Rambo’ como una de las personas que participaron en los hechos. Hasta la fecha es el único detenido.

De las escuchas y los 200.000 euros que no aparecen

A.M.H.: -Perdona, papá.
Padre: -El que lo haya hecho que lo pague.
A.M.H.: -Tú lo has dicho, yo no he hecho nada, tú sabes qué camino había cogido papá, tú sabes qué camino he cogido yo ya, perdona papá, perdona mucho.
Padre: -¿Qué culpa tienes tú?
A.M.H.: -De tener esta vida.
Padre: -La culpa la tienen los idiotas de las autoridades.
A.M.H.: -De que me toque esta vida, papá.
Esta conversación la mantuvieron A.M.H. y su padre el 1 de agosto a las 18:10 horas, tras autorizarse la intervención de las comunicaciones telefónicas. En otra conversación del mismo día, el detenido dice que una persona que está al lado de su celda le ha dicho que el asesinato “no lo han hecho gente de aquí, gente de tu barrio, gente de Ceuta, esto lo ha hecho gente poderosa”, y su madre le contesta que “esto lo han hecho sicarios”. Otro de los aspectos recogidos en las diligencias del caso es que A.M.H., cuando fue la Policía Nacional a su domicilio y antes de ser informado de su detención, le dijo a su mujer que “me querrán hacer la prueba de disparo”, para manifestar a los funcionarios policiales “que se había enterado de lo sucedido y que se imaginaba que la Policía iba a ir a por él”. Debido a que no se ha podido averiguar nada a través de las escuchas, se permitió también investigar la correspondencia. Otra de las investigaciones en torno a este detenido se centró en comprobar el patrimonio familiar para ver si había recibido unos 200.000 euros que, según informaciones de la Policía, podría habría recibido por llevar a cabo el asesinato. En las investigaciones no se pudo comprobar, quedando como una mera hipótesis.

‘Rambo’ presenta querella contra el testigo y la mujer del fallecido

A.M.H., conocido como ‘Rambo’, ha presentado una querella contra la esposa del fallecido y el testigo protegido número 1 por una “denuncia falsa” por la que fue detenido y aún en la actualidad considera privado de libertad. La defensa del primero sostiene esta hipótesis teniendo en cuenta que los querellados mantienen que lo han visto en el lugar de los hechos (uno de ellos le reconoce en rueda) como el ejecutor que disparó a la víctima por la espalda. Al contrario, su patrocinado sostiene “que no tiene nada que ver” con la muerte de ‘Tafa Sodia’, “estando a la hora en que se produjeron los hechos en la puerta de su casa sita en la barriada Juan Carlos I, portal 4, con múltiples vecinos”. Esta parte aporta las identidades de las personas que –asegura– estuvieron con el detenido la noche de los hechos. Se trata de su esposa, sus suegros, su hermano y dos vecinos.
En el documento, se indica que los querellados han cometido el delito que define el artículo 456, que recoge las sanciones que se les serían impuestas a “los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación”.
La parte querellante solicita la declaración de los querellados, los documentos adheridos, copia testimoniada de las actuaciones del Juzgado y de sus diligencias, rastreo de teléfonos móviles así como la ubicación de dichos aparatos, y la prueba de ergonometría corporal para determinar si la persona detenida puede correr, o su forma de andar, “teniendo en cuenta que es minusválido debido a que años atrás sufrió varios disparos en las piernas”. Esta prueba ha sido solicitada porque el testigo protegido dice que el primero de los autores de los disparos fue corriendo al lugar de los hechos y también que ambos salieron del lugar de los hechos corriendo, en una calle ascendente, “sin olvidar que mi patrocinado es ‘cojo’ a causa de unos disparos que en el pasado había recibido”, indica la representación del querellante. Además, añade que nombrará peritos homologados ya que su patrocinado sostiene que no figura en ninguno de los fotogramas –las imágenes de las cámaras de seguridad de tiendas del Paseo de la Marina– que hasta el momento obran en las actuaciones. Por ello, también solicita que se le facilite los vídeos íntegros.
Esta parte también muestra su interés de averiguar en qué célula antena de situación se encontraba el detenido a la hora de los hechos imputados, es decir, el lugar en el que estaba cuando se produjo el asesinato.
En esta querella también se hace alusión al informe sobre residuos de disparo, unas pruebas practicadas a prendas del detenido para ver si tenían restos de pólvora. Las prendas analizadas fueron una camiseta de color gris, un pantalón de deporte gris oscuro, unos calzoncillos  y un pantalón negro, tipo pirata. El resultado dio negativo.
La representación de A.M.H. solicita que esta querella sea atendida “a la mayor urgencia” debido a que su patrocinado se encuentra aún en prisión provisional en una penitenciaría de la península.
Por otra parte, la defensa ha solicitado la nulidad de las actuaciones ya que considera que su patrocinado fue enviado a prisión “basándose en una prueba preconstituida”, por lo que entiende que la misma debe catalogarse como nula. En primer lugar, indica que se decidió convertir al citado  testigo como protegido “sin que los términos fueran notificados a las partes”, y que “se decide que dicho testimonio será utilizado como prueba preconstituida, como si se tratase de que el propio testigo desapareciera, en las diligencias sucesivas”.

Solicita la libertad provisional

La defensa de ‘Rambo’ ha presentado un recurso de reforma y subsidiario de apelación contra el auto dictado por el Juzgado con fecha de 29 de octubre de 2013, en el que se decreta mantener la situación de prisión provisional acordada por el auto de fecha de 19 de julio de 2013. Así, pide que se revoque el auto del 29 de octubre y se acuerde la libertad provisional de su patrocinado o subsidiariamente se acuerde la obligación de comparecer ante el Juzgado con la periodicidad que se determine. En el mismo recurso asegura que su representado, que negó que tuviera algo que ver con los hechos, dispone de una coartada que pueden acreditar múltiples testigos, pero que aún no han sido llamados a declarar a pesar de que lo ha solicitado.