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El magistrado del TC hablará en Ceuta sobre la inmigración ilegal y trata humana
La situación fronteriza de nuestra ciudad la hace más proclive a sufrir cierto tipo de delitos que no se dan en otras partes de España. Además, las últimas reformas penales han afectado a uno de los delitos más frecuentes y graves en nuestra ciudad como es la inmigración ilegal y la trata humana. De este asunto hablará el magistrado del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, el primer día de las VIII Jornadas Jurídicas de Ceuta que se celebrarán entre lunes y martes.
–Mañana vuelve a Ceuta con motivo de las Jornadas Jurídicas en las que participará con una conferencia sobre los delitos de inmigración ilegal y trata.
– Para mí constituye un verdadero placer volver a Ceuta. Mi esposa pasó en Ceuta parte de su infancia y mi hijo mayor está casado con una chica de Ceuta. Aquí se ha bautizado uno de mis nietos y por ello es para mí una ciudad a la que me siento personalmente muy unido, y a la que valoro como lo que es: una joya histórica, arquitectónica y cultural que España mantiene como su excelsa representación en el norte de África.
–El tema de su conferencia, la inmigración ilegal y la trata está a la orden del día en nuestra ciudad, ¿las condiciones especiales de Ceuta tienen consecuencias judiciales o jurisprudenciales en estos delitos respecto a que éstos se den en otras partes del territorio nacional?
–En realidad no. Es cierto que Ceuta por su condición de ciudad fronteriza constituye un lugar donde el delito de inmigración clandestina tiene una mayor aplicación, pero las circunstancias legales y jurisprudenciales que determinan su aplicación son las mismas que en cualquier otro lugar de España.
–En su opinión, ¿nuestro ordenamiento debería recoger delitos, circunstancias y penas específicas atendiendo a la peculiaridad de Ceuta?
–No, Ceuta es como cualquier otra ciudad de España y las normas penales son iguales para todos los españoles. Pero es cierto que la mayor frecuencia de estos delitos en las ciudades fronterizas, exige una investigación más rigurosa y una aplicación más cuidadosa, por las negativas consecuencias que una inmigración clandestina no vigilada y sancionada de modo insuficiente pueda determinar.
–Tras la reforma penal de 2015, las penas por este delito se vieron notablemente rebajadas, ¿cree que ello ‘anima’ de alguna manera a los que facilitan la entrada de inmigrantes de forma ilegal en territorio español a seguir haciéndolo?
–No, simplemente se han adaptado las penas a los estándares europeos, y se ha distinguido la simple inmigración ilegal de otros delitos muchos más graves, como la trata de seres humanos, que está sancionada de un modo mucho más riguroso.
–Tras la reforma se contempla la circunstancia de “ayuda humanitaria”, ¿en qué consistiría desde el punto de vista jurídico?
–Consistirá en supuestos en los que la ayuda a un inmigrante se presta sin intención alguna de violar la ley, y solo por consideraciones caritativas.