El alzheimer y la demencia en cualquiera de sus manifestaciones es una complicada enfermedad sobre la que cada vez surgen más estudios y avances para tratarla y paliarla
No es una enfermedad nueva de este siglo, ni tampoco se han incrementado los casos, simplemente la ciencia avanza y, con ello, se puede detectar antes y tratar en un estado inicial, así lo asegura Arancha Lorenzo, integradora Social y responsable del Área Social de la Asociación de Familiares de Alzheimer (AFA) en Ceuta. Después de diez años trabajando para la asociación estas son sus percepciones y lo que vierten los datos de los diferentes estudios e investigaciones que desarrollan. Unos datos que, sin embargo, no son nada alentadores en cuanto a la edad en que se manifiesta la enfermedad. “Cada vez tenemos usuarios más jóvenes”, asegura.
Hasta enfermos de 50 años han llegado, casos que los especialistas han estudiados y han llegado a la conclusión que puede manifestarse “en edades tan tempranas” por diferentes motivos. “La predisposición genética es crucial, pero existen otros factores que lo aceleran e, incluso, lo provocan”, declara Lorenzo. Y una de esas causas es la depresión. Lo afirma la integradora social, sus investigaciones y una variedad de estudios científicos. “Las personas que han padecido depresión o un episodio traumático que les ha desembocado a la mima tienen más riesgo de desarrollar alzhéimer o algún tipo de demencia”, atestigua. Pero la depresión no solo es un factor determinante en la futura enfermedad, también en muchas ocasiones se confunde una pseudodemencia con una depresión. Lorenzo explica cómo es posible percatarse de esta situación. “Suele darse cuando una persona tiene una rutina muy afianzada desde hace años y, de repente, deja de ejercitarla. Pongamos, por ejemplo, que alguien desde hace años un día a la semana queda siempre a tomar café y, sin causa aparente, deja de hacerlo alegando desgana o cualquier motivo similar. Para los familiares o amigos puede parecer causa, de algún tipo de depresión, pero para la persona que lo padece viene propiciado porque quizá por el camino se pierde, no recuerda dónde iba o en qué lugar se encuentra esa cafetería que frecuenta desde hace años”, explica.
No siempre un ‘despiste’ es un indicador de demencia, Lorenzo expone que este tipo de comportamientos a veces los provocan otros problemas de salud como los cardiovasculares. No obstante, recomienda acudir al médico si a partir de los 50 años se generan con frecuencia. Y, es que la detección temprana es determinante tanto para esta como el resto de enfermedades. Pero en el alzhéimer puede ayudar a garantizar una cierta calidad de vida. “Pese a no haber ningún tipo de cura, sí se puede mantener, estabilizar y ralentizar en lo posible el avance”, expone Lorenzo. Y precisamente en este ámbito es donde AFA ejerce un papel esencial. La asociación trabaja con terapias no farmacológicas que, además, están asegurando una mejor calidad de vida que los fármacos. Los talleres de estimulación cognitiva potencian la autonomía de los usuarios, mantienen sus capacidades mentales o ayudan a reforzar sus valores y habilidades positivas. “Por desgracia es una enfermedad sin cura, todavía, pero podemos asegurarles una calidad en el tiempo que les quede”.
AFA, trabajando desde 1.999 La Asociación de Familiares de Alzheimer (AFA) nació de manos de varios familiares en 1.999. Desde entonces mucho ha cambiado. Más familias, más atención especializada y más profesionales. Recientemente se han trasladado de local. Un lugar más amplio en el que atender todas las demandas y poder desarrollar una amplia variedad de talleres. La integran unas 70 familias y sobre 150 familiares que reciben atención diaria, tanto en la sede de la asociación como en sus propios domicilios, ya que uno de los programas que desarrolla AFA es la atención especializada domiciliaria. Pese a ello uno de los grandes problemas que presentan es la falta de fondos o subvenciones con los que poder ampliar estos servicios y aumentar su plantilla, formada en la actualidad por 9 personas. Un incremento de los mismos supondría poder desarrollar un proyecto, tras el que la asociación se encuentra trabajando y en el que tienen depositadas sus miras futuras: la formación completa de familiares y personal sanitario.