La Lonja adolece de deficiencias diagnosticadas hace ya 16 meses

El naufragio, la noche del jueves al viernes de la semana pasada, del barco auxiliar de pesca ‘Hermanos Otero’ cuando transportaba cinco toneladas de melva canutera de una de las almadrabas de Ceuta a la lonja de Algeciras ha vuelto a traer a la actualidad la imposibilidad de exportar pescado fresco desde la ciudad autónoma al resto de la Unión Europea.

El Ejecutivo local y la Delegación del Gobierno acordaron en abril del año pasado con los ministerios de Asuntos Exteriores, Sanidad, Hacienda y Economía, “impulsar” la inclusión de la localidad española en la lista de países y territorios autorizados a la exportación de productos de origen animal al territorio aduanero común.
La reivindicación no ha prosperado, sin embargo, entre otras cosas porque las mejoras que la lonja ceutí precisa para que sea autorizada a tal fin no se han acometido.
La Sección de Inspección Veterinaria y Seguridad Alimentaria de la Ciudad Autónoma emitió en mayo del año pasado un informe a cuyo contenido ha tenido acceso este periódico en el que se deja claro que “para poder desarrollar su actividad” y “si queremos que sea autorizada para que se puedan exportar productos pesqueros frescos hacia la Península y el resto de países europeos” la lonja debía ver subsanadas una larga lista de “deficiencias” y contar con una dotación de personal “suficiente”.
Los incumplimientos del equipamiento están vinculados a múltiples apartados de la normativa europea. “El revestimiento del pavimento se encuentra en mal estado de conservación y limpieza, especialmente el espacio que rodea a la cámara y máquina de producción de hielo”; “el revestimiento de las paredes se encuentra en mal estado de conservación y limpieza”; “el techo presenta grietas”; “las mallas anti-insectos de las ventanas se encuentran en mal estado de conservación y limpieza”, refirió el dictamen técnico oficial.
Los especialistas también alertaron de que “las paredes, techo y suelo de la cámara frigorífica” se encontraban “en mal estado de conservación y limpieza” y de que de los mismos déficits adolecía “la canaleta que rodea la máquina de producción de hielo y el sumidero”.
En lo relativo al equipamiento de la lonja se alertó de que los palet de plásticos, el carro de transporte y los contenedores de plástico también estaban “en mal estado de conservación y limpieza”, como la mesa de clasificación de pescados, y que las cajas de pescados no podían ser de madera.
La “costumbre” de cubrir las partidas de pescado con toldos “en deficientes condiciones higiénico-sanitarias” también fue cuestionada, como el estado del lavamanos, sin agua caliente ni dispensador de jabón líquido ni equipo para el secado de manos.
La toma de agua “no es adecuada” y el estado de la manguera, no recogida, tampoco. Además, los inspectores alertaron de que la presencia de gatos en el interior de la lonja era “frecuente” y de que tampoco debería haber barcos varados para su reparación y limpieza en una zona próxima a la de salida de los productos para los mercados.
La Autoridad Portuaria cifró el presupuesto necesario para corregir estas deficiencias en algo más de 100.000 euros y una empresa privada calculó que podría acometer el trabajo por menos del 50%.

Cajas sin etiquetar y personal con escasa formación

El informe de la Consejería de Sanidad, cuyas deficiencias no han sido subsanadas, también alertó de que en la lonja de Ceuta no había implantado un sistema de autocontrol y que “las cajas que contienen pescados no están etiquetadas, como exige el Real decreto sobre la identificación de los productos de pesca”. Sobre el personal de la lonja se reseñó que “no ha recibido formación en manipulación higiénica de alimentos” de acuerdo con lo prescrito en los Reglamentos de la UE. “Urge la subsanación de las deficiencias detectadas y la dotación de personal suficiente para atender la lonja en el menor plazo posible”, concluyó.

La verificación de las condiciones sanitarias, ineludible

Actualmente el pescado fresco que se captura en las inmediaciones de la ciudad, por ejemplo en las almadrabas de la bahía sur, debe ser trasladado en barco a Algeciras, en cuya lonja inicia su trazabilidad y deja los porcentajes correspondientes en beneficios para las instituciones del puerto gaditano. Los pescadores que, por su cuenta, consiguen más género del que es capaz de absorber el mercado local, deben deshacerse de él.
La Ciudad pidió en abril del año pasado la entrada en el listado de establecimientos autorizados para exportar al territorio aduanero común para aquellos establecimientos ceutíes que cumplan con las normas de seguridad alimentaria exigidas, aunque en el sector se entiende que tanto la Autoridad Portuaria como el Gobierno de Ceuta deberían velar, con o sin exportación, porque las condiciones higiénico-sanitarias de la lonja sean las debidas.
El proceso para hacer posible la exportación de productos animales al territorio de la Unión Aduanera debe comenzar con una solicitud formal por parte de la Ciudad garantizando que se cumple "toda la normativa sanitaria europea".
Una vez que se solventase este paso y las garantías necesarias se procedería a su verificación por parte de las autoridades nacionales, primero, y europeas, después.
A tal efecto tendrían que desplazarse hasta Ceuta responsables de los ministerios de Sanidad y de Agricultura para “verificar el cumplimiento de la legislación” vigente, algo que sería inviable en las condiciones actuales de la lonja, según todas las fuentes del sector consultadas por este periódico al respecto.