Celebración. Los actos conmemorativos de los heróicos hechos del 2 de Mayo de 1808, protagonizados por Daoiz y Velarde, será presididos por el Comandante General de Ceuta, el excelentísimo señor don Javier Sancho Sifre
Hoy conmemoramos esos heróicos hechos que se produjeron el 2 de mayo de 1808 en Madrid, y que fueron el comienzo de nuestra Guerra de Independencia. Recordamos la gesta de los Capitanes de Artillería Don LUIS DAOIZ Y TORRES y Don PEDRO VELARDE Y SANTILLÁN. Junto a ellos se encontraban más militares; los tenientes D. Jacinto Ruiz Mendoza, D. Gabriel de Torres y D. Felipe Carpegna, el Subteniente D. Tomás Bruguera, varios Cadetes y hasta 16 Artilleros y 33 fusileros granaderos. El cumplimiento de las órdenes de sus jefes, que les conduciría a una muerte segura, les convierte igualmente en héroes. Siguieron lo que consideraron una orden lógica, la defensa de la soberanía, la independencia e integridad territorial de España contra la invasión francesa. También otros héroes civiles acompañaron a los dos capitanes y muchos otros serían fusilados los días siguientes y son merecedores también de nuestro reconocimiento y admiración. Gracias a ellos y a ellas, la nación española ha perdurado hasta hoy.
Algo más de dos siglos, 209 años exactamente, nos separan de aquellos heróicos y trascendentales momentos; unos momentos en los que todo un pueblo, de forma espontánea, se levanta contra el invasor: Con una sola voz, con firmeza, sin fisuras, sin dudas; dando un claro ejemplo de unidad nacional, de patriotismo y de gallardía española. Hombres y entorno que hicieron posible la gesta.
El Rey Carlos IV había sido obligado a abdicar en su primogénito: Fernando VII; pero iban más allá las intenciones del invasor: atraer a nuestra familia real para hacerla su prisionera y dictarnos la soberanía de un príncipe extranjero. Desde aquel momento, en la mente y en el corazón de todos los Artilleros, surgió un acuerdo común, una "Confabulación", para intentar la salvación de la Corona, porque en la salvación de la Monarquía, encarnada en aquel Monarca, residía la única salvación de la dignidad y de la independencia de España.
Se distribuyeron medios y misiones y, por sus facultades, aparecen dos ilustres Capitanes del Cuerpo: D. LUIS DAOIZ Y TORRES y D. PEDRO VELARDE Y SANTILLÁN. Capitán Daoiz y Torres
El Capitán Daoíz, Oficial de 41 años, sevillano, sereno y reflexivo, de enérgico carácter y voluntad firme, de prestigio profesional y extraordinaria competencia, es además, conocedor de las lenguas francesa, inglesa e italiana. En su hoja de servicios de 21 años, el valor figura desde hace tiempo como acreditado. Es el reflejo de la historia militar de su patria y de su época: defensas de Ceuta y Orán, Campaña del Rosellón contra la República Francesa donde fue hecho prisionero, defensa de Cádiz contra la escuadra del Almirante Nelson y dos viajes a América en el navío San Idelfonso. Capitán Velarde y Santillán
Su amigo, el Capitán Velarde, Oficial de 28 años, cántabro, inquieto y ambicioso, inteligente, con seria formación científica y prestigio entre sus compañeros, ha desempeñado trabajos técnicos de relevancia, estudios sobre artillería y comisiones diplomáticas. Sin embargo, carece de experiencia en combate, salvo una intervención testimonial en la Guerra de las Naranjas en Portugal. Sus virtudes, le llevan a su destino en la Junta Superior Facultativa del Cuerpo como oficial de Estado Mayor, donde desde su privilegiada posición le permite ver cuáles son las verdaderas intenciones del francés.
Dos hombres, un andaluz moderado y un cántabro fogoso, unidos por aquellos sentimientos que nos recuerdan que solamente la unión de las tierras de España y la comunión de espíritu de sus hombres consiguen, y seguirán consiguiendo, los momentos de mayor gloria y esplendor de nuestra Historia y que el destino supo situarlos a ambos donde nuestra España lo necesitaba, en el Parque de Artillería de Monteleón.
Constituye esta lección una de las más grandes gestas del pueblo español y de la Artillería Española. Dos Capitanes, por inspiración de sus almas generosas, se anticiparon a la Declaración de Guerra por las Juntas y descargaron los primeros golpes de la lucha que empezó a abatir el poder militar más grande de su época. De esta forma, sus ignorados nombres alcanzaron la inmortalidad.
Semejante día como hoy de 1808 dos oficiales del Arma de Artillería capitanearon un sentimiento que residía en el pueblo, en ese pueblo español que tantas veces ha demostrado, a lo largo de la Historia, de qué está hecha la forja de su carácter. El pueblo de Madrid, representó en aquellas fechas el sentir del resto de gentes de todos los rincones de España y afrontó con valentía la prueba que la Historia les reservaba, entrando de lleno en la misma a cambio de lo más preciado de sus componentes: Su gente, sus compatriotas.
En los artilleros Daoíz y Velarde tenemos un muy digno ejemplo a seguir. Afortunadamente para todos, los tiempos que nos ha tocado vivir se alejan bastante de lo acontecido hace doscientos años. Sin embargo, debe permanecer en la memoria y servir de estímulo e ideal a alcanzar para quienes somos herederos de los Capitanes Daoiz y Velarde: espíritu de sacrificio, lealtad, compañerismo, y por supuesto amor a España deben presidir nuestras vidas. El pueblo español, además de heredero de los hechos heróicos en los que sus antecesores tomaron parte, disfruta en la actualidad del bienestar a cuya consecución contribuyeron en considerable medida los hechos relatados.