“La Hermandad ha pasado un bache, pero está con fuerza y con ilusión”

Tomó ayer posesión como nuevo hermano mayor de esta corporación, con una Junta de Gobierno formada por 18 personas. La reorganización, uno de los retos más cercanos José Francisco Montes Ramos tomó ayer posesión como hermano mayor de la Real y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor. Le acompañan en la Junta de Gobierno Remigio González Martínez, Miguel Ángel Villar García, Lucía Montes de la Vega, Francisco de Asís Márquez Pacheco, Luis Espinosa Romero, Mercedes Álvarez Jiménez, Mercedes Cabrera Lázaro, Francisco Pradas Rondón, Cristóbal García Reina, José Gallardo Gómez, Miguel Ángel López Pérez, Ángel Moreno Cerezo, Mercedes Castillo Pardo, María Dolores Morales Gallardo, Francisco Javier Alonso Furnier, Juan Ramón Rouco García y Alberto Vallejos Mares. A todos ellos les agradece su apoyo, una de las razones por las que está al frente de esta corporación. Tras la Misa de Acción de Gracias y la toma de posesión, que tuvieron lugar en la Parroquia de Santa María de los Remedios, se procedió a la bendición de la nueva casa de hermandad, situada encima del camarín de la Virgen, que se ha hecho realidad gracias al trabajo y la entrega de los miembros de la Junta. Montes ofreció una entrevista a este medio para hablar del pasado, presente y futuro de la Hermandad.
–¿Cómo asume este reto como hermano mayor de ‘La Buena Muerte’?
–Con mucha ilusión. Tengo mucha fe en que los titulares me van a ayudar en la tarea, pero sobre todo tengo mucha confianza en las mujeres y hombres que forman parte de la Junta y que están manifestándome una total entrega, colaboración y cooperación. Sobre todo ellos están demostrando una ilusión increíble y una fe altísima en sus titulares. Gracias a este motivo tengo más ilusión y más fuerza.
–¿Es una decisión que tomó cuando estaba actuando ya como comisario o ya la tenía pensada de antes?
–No, cuando estaba de comisario entendí que la responsabilidad se ampliaba por un tiempo más. Lo pensé durante la Semana Santa y así lo decidí.
–¿Ha contado con el apoyo de los hermanos para tomar esta decisión o han influido en ésta?
–Sí, sobre todo el cariño que me han mostrado animándome a presentarme y la ilusión con la que lo hacían, todas las personas más antiguas de la Cofradía y de la parroquia.
–¿Cuál es la salud, en estos momentos de la Hermandad? Se ha hablado en los últimos meses de que flaqueaba...
–No, goza de una salud muy buena. La prueba es que se ha movilizado para las elecciones toda la Hermandad y ha tenido una participación de las más altas que ha habido, porcentualmente a los hermanos. Además hay una Junta con 18 miembros, que tampoco es muy normal. Es una Junta muy amplia y ha habido más ofrecimientos de personas para estar aquí. En fin, no creo que eso sea mala salud, sino todo lo contrario. Ha pasado un bache por una serie de circunstancias muy particulares, pero la Hermandad creo que está con fuerza y con ilusión.
–¿Existen problemas económicos? ¿En qué situación coge la Hermandad?
–Bueno, al no haber habido Junta de Gobierno ni personas que llevaran esto adelante, pues los ingresos también se resienten. Pero eso es lo de menos, el capital más importante de la Hermandad es el espiritual y de eso hay muchísimo.
–Se refería antes a la participación de las elecciones. Estuvo en torno a un 35 por ciento. ¿No considera que fue baja teniendo en cuenta que la decisión de elegir a un hermano mayor era algo trascendental para la Hermandad?
–Sí, pero normalmente la participación de los hermanos suele estar en un 20 o 25... Aquí ha sido bastante más alta. Hay que tener en cuenta que ésos son quienes participaron pero durante los demás días han seguido llegando votos por correo que no se han podido contabilizar pero que posiblemente ese tanto por ciento hubiese sido bastante mayor porque el censo era de unos 190, con lo cual cada dos votos más subía un 1 por ciento. La verdad es que ha habido bastantes votos que han llegado después, muchos por correo pero bastante más después, osea que no se han podido contabilizar.
–¿Cuáles son los retos más cercanos a los que se enfrenta la Hermandad?
–Fundamentalmente la reorganización y la puesta a punto de todos los enseres y bienes materiales de la Hermandad, y algunos proyectos que tenemos previstos dentro de la iglesia parroquial, donde están nuestros titulares, como la renovación de la Capilla, algunas cosas en el exterior, la nueva casa de hermandad... Hay bastantes proyectos. Hoy –por ayer– después de la toma de posesión se va a bendecir la nueva casa de hermandad, modesta pero ya se puede decir que hay un sitio donde residir y trabajar.
–Tengo entendido que en 2015 se celebra el 300 aniversario de la Parroquia de Los Remedios y que la Hermandad pretende jugar un papel importante en el desarrollo de los actos.
–Lo que ha hecho la Hermandad es ser un poco el cartel reivindicativo del tercer centenario de la erección de la Parroquia de Los Remedios. Es una fecha importante: 300 años no es ninguna tontería. Entonces, tenemos la intención de que sea un año importante dentro de la ciudad y dentro del marco de celebraciones del 600 aniversario de la conquista de Ceuta, que también se celebra ese mismo año. Por lo tanto, queremos que la Parroquia forme parte coincidiendo dos aniversarios, tanto el suyo como el de la conquista de Ceuta, y que sea muy simbólico. Por ello prepararemos una serie de actos y actividades.
–Si todo sale bien y las condiciones meteorológicas lo permiten, la próxima Semana Santa la Hermandad volverá a estar en la calle. ¿Cómo se ha vivido este año, en el que no ha podido salir?
–Creo que con responsabilidad y mucha ilusión. El Viernes Santo estuvo la iglesia llena porque la Hermandad celebró un Vía Crucis y una exposición de todos los titulares y la Iglesia se mantuvo abierta a todos los fieles y estuvo llena y con muchísima participación. Eso reconfortó bastante porque aunque estábamos dentro de nuestro templo, la compañía de muchísimos ceutíes nos llenó de orgullo y satisfacción. Al fin y al cabo lo que demostraba aquello es la gran devoción que tienen los titulares de la Hermandad, tanto el Cristo de la Buena Muerte como Nuestra Señora del Mayor Dolor. Y eso hizo que estuvieran alrededor de ellos muchísimos ceutíes. Fue muy emotivo y muy entrañable el paso continuo de ceutíes por delante de los titulares durante el Viernes Santo.