Agentes de la Guardia Civil adscritos al Servicio Marítimo rescataron la pasada madrugada a un súbdito libio acogido en el CETI que había caído al agua tras intentar colarse en uno de los barcos atracados en el Muelle de Poniente. La caída del inmigrante se produjo a las cinco de la madrugada y de ello se dieron cuenta los agentes de la Fiscal, que dieron aviso de urgencia a una patrulla del Marítimo.
La rapidez con la que se llevó a cabo el rescate impidió otra tragedia como las que ya se han producido en el puerto. Cuando los agentes rescataron al libio, que intentaba colarse en un yate, comprobaron su identidad y residencia, tratándose del llamado Brahim M. En el centro del Jaral lleva desde el pasado agosto, cuando, junto a otro compañero también libio, fue abandonado en Calamocarro por una semirrígida. El patrón de la lancha les engañó diciéndoles que estaban ya en Francia y se dio a la fuga. Desde ese mes están en el campamento. La Benemérita dio parte al CETI para informar de lo ocurrido.
El rescate de ayer se suma a los que se han ido produciendo en estos últimos meses, periodo en el que ha cambiado la forma de ocultamiento de los inmigrantes. La presión en la avenida portuaria para esconderse en los camiones se mantiene pero a la baja, mientras que aumenta los intentos a la desesperada por colarse en embarcaciones trepando gracias a las amarraderas. Así lo intentó el protagonista de esta historia, que fue rescatado, y así lo han intentando otros residentes del CETI. El mes pasado uno de ellos, de origen subsahariano, falleció al caer al mar. Cuando su cadáver fue encontrado llevaba ya varias semanas en el mar.