Agentes de la Guardia Civil rescataron a seis inmigrantes subsaharianos que habían caído al agua tras volcar la balsa que ocupaban y con la que habían intentado adentrarse en Ceuta, a pesar de las malas condiciones metereológicas imperantes. La intervención tuvo lugar pasadas las once y media de la mañana, cuando los efectivos del Servicio Marítimo fueron requeridos para acudir a la bahía norte, en donde se había detectado la balsa acercándose demasiado a la orilla. Cuando llegaron los agentes se toparon con la obligación de actuar en el momento, ya que los seis subsaharianos, al ponerse nerviosos, provocaron que la balsa diera la vuelta cayendo al agua. Esto ocurría ante la presencia de varios barcos de pesca que se encontraban en la zona, intentando vencer, también, al fuerte viento de Levante.
Los guardias se lanzaron al agua subiendo a la patrullera a cada uno de los subsaharianos, todos varones, que presentaban cuadros de hipotermia además de tener alguna lesión producida por el roce con las rocas. Ya en el puerto deportivo se alertó a una unidad de sanitaria del 061 que se encargó del traslado al hospital. Los seis subsaharianos fueron evacuados al clínico en la misma ambulancia.
Antes, en otras salidas llevadas a cabo entre las 5.00 y las 7.00 horas de la mañana de ayer, se rescató a tres nadadores, que consiguieron adentrarse en Ceuta bordeando el espigón de Benzú.
Todos fueron trasladados de forma sucesiva al puerto deportivo. Las salidas de ayer se unen al rescate de otro subsahariano, natural de Costa de Marfil, que era rescatado en la mañana del pasado viernes. En todas las intervenciones se contó con las salidas de las unidades del Servicio Marítimo de la Benemérita, dándose aviso posterior a la Policía Nacional encargada de tramitar la filiación de los subsaharianos para su posterior ingreso en el CETI.
Las entradas recientes completan las salidas, oficiales y oficiosas, que esta misma semana han tenido lugar en el centro de estancia temporal y en la planta de residuos. Las primeras, las oficiales, se han traducido en la salida coordinada de 20 subsaharianos cameruneses que han sido trasladados a un CIE de la península. Junto a ellos marcharon los últimos cuatro indios del monte que quedaban en el campamento, que también han sido acogidos en otro centro de internamiento a la espera de cumplir los plazos estipulados en la ley de extranjería.
A esas salidas organizadas se han sumado las otras, las llamadas oficiosas, es decir, las de aquellos inmigrantes que consiguen la escapada de la ciudad por su cuenta. Así, por ejemplo, el pasado jueves trabajadores de la planta de tratamiento de basuras de Los Barrios encontraron a dos subsaharianos dentro de contenedores de camiones procedentes de Ceuta. Se trata de una pareja que se había escondido en el interior de los compartimentos, sin que ni los trabajadores de la ciudad autónoma ni la Guardia Civil los detectaran, consiguiendo así alcanzar su objetivo y siendo descubiertos en el vaciado de la carga de residuos que se lleva a cabo en la planta peninsular. Y en Melilla, revueltas de los cameruneses
La Delegación del Gobierno en Melilla acordó ayer reforzar la seguridad en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) tras la pelea entre argelinos y subsaharianos ocurrida durante el viernes. La ciudad hermana sufrió un motín similar al ocurrido en Ceuta el pasado julio y, curiosamente, protagonizado también por súbditos cameruneses. En este caso fueron alrededor de 90 los que participaron en una revuelta enfrentándose a argelinos, y provocando que los trabajadores del CETI melillense se escondieran en la cocina y en un baño del campamento. Los trabajadores habían denunciado, al igual que pasó en Ceuta, que habían sido insultados y amenazados en días previos por este colectivo. En el CETI de la ciudad hermana se ha tenido que disponer un retén especial formado por agentes tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional. Los disturbios en Melilla se producen después de denuncias y concentraciones de subsaharianos que protestan por el largo periodo de tiempo que deben estar en el CETI. Ya el Defensor del Pueblo advirtió de la necesidad que tienen las instituciones de evitar que los inmigrantes pasen más de tres años en los centros, ya que pierden su condición de temporalidad convirtiéndose en lugares de internamiento. Esto, demostrado está, provoca motines y enfrentamientos como ahora suceden en Melilla y antes en Ceuta.