Cinco fueron dejados en nuestra costas, tres en la playa fronteriza y dos en el Desnarigado
La Guardia Civil ha podido detener al piloto de una moto acuática que dejó en la Playa del Tarajal a un inmigrante subsahariano. Fue una jornada de auténtica locura, porque entre las tres y media de la tarde y las cinco fueron un total de cinco inmigrantes los que llegaron a nuestras costas, tanto al Tarajal como al Desnarigado.
En el caso del Tarajal fueron un total de dos intervenciones las que tuvieron los socorristas de Marsave. En la primera de las ocasiones, dejaron a dos subsaharianos y en la segunda a uno. En una de ellas, la lancha del Servicio Marítimo de la Guardia Civil pudo emprender la persecución de este piloto y al final le detuvo antes de que el mismo entrara en aguas territoriales marroquíes. Fue trasladado, junto con la moto acuática, hasta las dependencias del Servicio Marítimo en el puerto deportivo, desde donde le llevaron hasta los calabozos de la Comandancia de la Benemérita hasta que pase en las próximas horas a disposición del Juzgado de Guardia. Entre una y otra entrada para dejar a los inmigrantes pasaron veinte minutos.
Litoral Pero otra parte del litoral fue objeto de entrada de inmigrantes abandonados por los pilotos de motos de agua. Alrededor de las cuatro menos cuarto de la tarde los bañistas que estaban en la Playa del Desnarigado avisaron de como una moto acuática había lanzado a dos mujeres, ambas de Guinea Conakry, al agua. Miembros del ERIE de Cruz Roja acudieron hasta el lugar comprobando que ambas se encontraban en buen estado y fueron entregadas a la Guardia Civil.
Un auténtico ‘negocio’ En julio se registró el ingreso en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) local de 19 migrantes acercados a la costa de las bahías sur o norte de la ciudad en motos de agua y a lo largo de las cuatro primeras semanas de agosto se han contabilizado otras 36 entradas en 24 'pases', cada uno de los cuales sirve para intentar traer a territorio español a uno o dos inmigrantes.
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil hasta el mismo domingo había logrado detener a dos de los conductores de ese tipo de embarcaciones, que a menudo ponen en riesgo la vida de los migrantes al abandonarlos lejos de la costa para emprender cuanto antes la huida de regreso hacia aguas jurisdiccionales del Reino alauita.