Los recientes acontecimientos en la frontera de Melilla con Marruecos han puesto de manifiesto la importancia relativa que tienen los hechos y también las noticias que dan cuenta de ellos. Todo depende del prisma desde el que se miren y de la situación en la que nos encontremos. Así, para el portavoz del Partido Popular, González Pons, estamos ante uno de los más graves incidentes diplomáticos de los últimos tiempos, además de ante un claro caso de violencia de género contra las mujeres policías que actúan en esa frontera. Tanto, que el mismísimo Aznar, que cuando era Presidente del Gobierno no fue capaz de visitar las ciudades de Ceuta y Melilla en dicha condición, ahora ha acudido rápido y veloz a darse un baño de multitudes en la ciudad hermana. Mientras tanto, el Partido Socialista y el Gobierno hacen gala de un llamativo y cómplice silencio.
Cuentan que para explicar su teoría de la relatividad sin fórmulas matemáticas, Einstein le dijo en una ocasión a una persona: 'Ponga su mano al fuego un segundo y le parecerá una hora, si se encuentra acompañado de la mujer que le gusta por una hora le parecerá un segundo, eso es relatividad'. Trasladando este ejemplo a los comportamientos de los Presidentes de ambas ciudades en los hechos relatados, se puede comprender con meridiana claridad dicha teoría. El de Melilla, posicionándose sin fisuras a favor de lo que han dicho y hecho los de su partido. El de Ceuta alineándose con la aparente inacción del Gobierno socialista.
Pero en este caluroso mes estival también han ocurrido otras cosas. Inadvertidas para muchos. Relativamente poco importantes para la mayoría de políticos al uso (no son rentables electoralmente). Casi silenciadas por los medios de comunicación (no incrementan la cuota de mercado, informativamente hablando). Pero trascendentales para la preservación del medio ambiente. Al menos para los que intentamos ir más allá de la noticia de moda. Quiero destacar al menos tres acontecimientos.
El primero es referente al bello Parque Nacional Yasuní, que se encuentra en Ecuador, entre los ríos Napo y Curaray, en plena cuenca amazónica, a más de 200 kilómetros de Quito. Este parque, fundamentalmente selvático, tiene 982.000 hectáreas de terreno y fue designado por la UNESCO en 1989 como reserva de la biosfera. En él vive el pueblo Huaorani, y es una zona que cuenta con más especies de animales por hectárea que toda Europa junta (http://www.canalsolidario.org/noticia/salvemos-el-yasuni/10934). El problema es que bajo su suelo hay importantes y ricos yacimientos de petróleo.
Lo interesante es que el Gobierno de Ecuador y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) firmaron un acuerdo la semana pasada para crear un Fideocomiso para las contribuciones internacionales a la iniciativa Yasuní-ITT, por el que se apoya el compromiso de Ecuador de no explotar los 846 millones de barriles de petróleo que se calcula que hay en su subsuelo. El objetivo es recaudar al menos el 50% de los más de 7.000 millones de dólares americanos que generaría la explotación de dichas reservas, que una vez capitalizado, sería administrado por el PNUD e invertido en acciones en ese país. La importancia de este acuerdo para el medio ambiente, y la necesidad de que contribuyan cuantos más países mejor, queda fuera de toda duda. El ejemplo que va a suponer para otros proyectos similares también. Quizás sea este el camino para conseguir que los países en vías de desarrollo no se vean arrastrados a destruir sus reservas naturales para poder sobrevivir.
El segundo también lo ha protagonizado la ONU al poner en marcha el Informe Brundtland II sobre Desarrollo Sostenible. Sus orígenes se encuentran en el informe que en 1987 realizó una comisión encabezada por el ex Premier de Noruega Gro Harlem Brundtland, denominado Nuestro Futuro Común, que fue donde se utilizó por primera vez el concepto de economía sostenible. Lo que el Grupo de Alto Nivel tratará ahora será de explorar enfoques para la construcción de baja emisión de carbono, la economía verde y flexible que pueda erradicar la pobrera y abordar eficazmente el cambio climático.
El tercero proviene de la OIT, que ha publicado el estudio que en su día le encargó a la organización Sustainlabour sobre Mesas de Diálogo Social. En el mismo se resalta la importancia del dialogo tripartito y la participación de los agentes sociales para poder garantizar la toma de decisiones informadas, y socialmente adecuadas, en el marco de las políticas de lucha contra el cambio climático, particularmente en las referentes a la reducción de emisiones.
Ya sé que hace mucho calor. Y que lo de Marruecos ya parece lo del cuento del lobo, que no nos lo vamos a creer ni cuando venga de verdad. Pero sólo por ser una de las ciudades más ruidosas de España y también por esto, una de las menos sostenibles medioambientalmente, al menos de estas cosas deberíamos preocuparnos. Pero aquí es todo tan relativo. Hasta la apatía que nos atenaza. Y el sonómetro averiado.