-
La reanudación del porteo después de 10 días de parón se desarrolló en calma
-
Su interrupción ha estimulado la visita de turistas, la ocupación hotelera y las ventas
El restablecimiento del porteo de mercancías de Ceuta a Marruecos concluyó ayer su primera jornada sin incidentes destacables Ni tan siquiera hubo que soportar las retenciones por los ‘coches-patera’ en la carretera nacional o las aglomeraciones de porteadores en los polígonos del Tarajal a las que acostumbra la reanudación del trasiego de bultos de productos empaquetados por el paso fronterizo y el ‘Tarajal II’.
Ayer solo accedieron a la ciudad 889 mujeres dedicadas a cargar fardos. Hoy será el turno de los hombres, de acuerdo con el sistema de alternancia de género instaurado hace unas semanas. Una medida implementada, a instancias de Marruecos, con el fin de aliviar la presión diaria mediante la limitación en la entrada.
La Guardia Civil indicó que el volumen de porteadores fue ayer inferior al de días previos al cierre por la finalización del Ramadán. No obstante, en el Instituto Armado se muestran cautos ya que los acontecimientos pueden dar un giro inesperado en 24 horas. La consecuencia directa de esa tranquilidad ha sido la fluidez en la circulación por la frontera del Tarajal, de la cual dieron buena cuenta los usuarios a través de las redes sociales. Habrá que esperar a comprobar hoy si esa tendencia deseada se consolida o todo ha sido tan solo un espejismo.
En el mismo sentido se posicionó la Delegación del Gobierno, que destacó las restricciones impuestas por Marruecos al paso de vehículos que redujeron considerablemente la entrada de coches dedicados al transporte de mercancías. La interrupción del denominado ‘comercio atípico’ durante diez días ha estimulado la visita del turista marroquí de poder adquisitivo medio-alto y alto; la ocupación hotelera se ha incrementado y los comercios han orientado sus campaña a la captación del cliente del país vecino que se ha notado en las calles de Ceuta y, esperan los empresarios, en la recaudación de sus negocios.
A pesar de que todos temían que el comercio transfronterizo devolvería el caos al entorno del Tarajal, la circulación en ambos sentidos transcurrió sin contratiempos y algunos bromearon con un paso fronterizo de alta velocidad ante la ausencia de porteadores.
En petit comité algunos encontraron otra causa al sosiego en el paso: el rey Mohamed VI ya veranea en la costa de la provincia de Tetuán. Una presencia que conlleva un refuerzo policial y un mayor control de la seguridad que tiene repercusión en la frontera.