No cabe la menor duda que a este tema habrá que darle una solución lo antes posible, pues esta visto y comprobado que en lo concerniente a la parte que nos toca como ciudad, sí que hay soluciones, sino absolutas por lo menos si parciales y para alcanzarlas no ya sólo deben estar presentes las instituciones pertinentes, caso de Delegación del Gobierno, Ciudad Autónoma y Asamblea, sino también la no menos importante Confederación de Empresarios que es una parte esencial en ese entramado comercial que, a través de los polígonos, origina este monumental caos fronterizo.
Para empezar lo primero que habría que hacer es situar con precisión el problema, al objeto de saber con exactitud, cuales son exactamente los factores que lo generan, siendo necesaria la realización para tal fin, de un mapa en el que aparezcan perfectamente reseñadas esas naves industriales que hoy se ubican en los polígonos del tarajal. Actividad principal, productos comercializados, origen del producto, tributación de los mismos y por supuesto conocer quiénes son los verdaderos dueños de estos negocios, serían algunos de los elementos fundamentales a reseñar en ese teórico mapa, para a partir de los datos consignados, actuar con contundencia y exigir que todo aquello que se detecte fuera de la legalidad sea sancionado e inmediatamente clausurado. Y la verdad es que con tan solo darse una vuelta por la zona, no es para nada difícil observar que bajo ningún concepto se corresponde ese descomunal movimiento comercial, ni con los niveles de recaudación municipal, ni estatal y mucho menos con los datos de ocupación y empleo que se podría entender que este originaría en la ciudad, nada más alejado de la realidad, aquello se ha demostrado un centro opaco en el que unos cuantos se dedican a hacer negocios sin la más mínima fiscalización y control de las autoridades responsables en la materia, inspección de trabajo y seguridad social, agencia tributaria, oficina de recaudación municipal entre otros. Es evidente que todo este “negocio poligonero” que tan pingues dividendos les debe estar dejando a más de uno vayan a saber dónde, está perjudicando abiertamente a otro comercio que si aporta beneficios al conjunto de la ciudad y sus ciudadanos. No son pocos los empresarios de la ciudad y en especial los de la zona centro los que claman por tan injusta situación y por el perjuicio que la actual situación fronteriza genera en sus negocios, los cuales se ven afectados por los continuos colapsos fronterizos y el hecho de que estos disminuyan notablemente la afluencia de turistas marroquíes que en cierta medida si son los que generan riqueza en la ciudad. Ahora bien, parece que los responsables de ponerle el cascabel al gato, muy poco o nada interesados están por arreglar el tema, pues cuando este sale a colación da la sensación de que intentan pasarlo como de puntillas, echando balones fuera y sin entrar a la raíz del asunto, ellos sabrán el por qué de su desidia, pero lo que está claro es que lo único que hacen es aspaventar el asunto con medidas y contramedidas inútiles que consiguen aumentar aún más si cabe, el caos fronterizo y que en ningún caso están dirigida hacia la raíz del problema.